Los “volúmenes de equilibrio” son un eufemismo creado en 2021 por la gestión del ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para referirse de modo elegante y confuso a la imposición de cupos de exportación por parte del gobierno. Fueron aplicados primero para el trigo y el maíz, dos rubros agrícolas que eran considerados “bienes culturales” por aquel gobierno (que ya no se le parece demasiado a éste, aunque sea el mismo). Ahora se extenderán al sorgo, la cebada forrajera y el girasol. Cuando le gestión lo considere necesario, simplemente podrá bajar una manija y prohibir nuevos embarques.
¿No es un contrasentido que una gestión urgida de conseguir divisas de exportación ponga límites a sus embarques? Lo es, visiblemente. Pero es el camino que encontró el nuevo secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, para poder aplicar el nuevo Dólar Soja prometido a las economías regionales a esos tres rubros agrícolas sin correr el riesgo a la vez que se vea desabastecido el mercado doméstico.
Paren las cosechadoras ¿Se viene un “dólar girasol” para acelerar las ventas de la oleaginosa?
Incluir el sorgo, la cebada (sin distinguir entre forrajera y cervecera) y el girasol había sido una promesa que Bahillo y su jefe, el ministro Sergio Massa, hicieron a las exportadoras agrícolas, según preanunció por entonces Gustavo Idígoras, que es el presidente no solo del Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) sino también del unificado Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
Según esa promesa, esos rubros iban a ser considerados “economías regionales” para que las mismas empresas que usualmente acceden al dólar soja puedan recibir las mieles del dólar a 300 pesos para otro tipo de embarques. El ejecutivo que representa a las agroexportadoras habló en su momento de una inyección de divisas probable de 400 millones de dólares, adicional a los 5.000 millones que se contabilizaban por los embarques del complejo sojero.
En la Resolución 156/2023, publicada este martes en el Boletín Oficial, se produce entonces una insólita conjunción de dos “políticas” oficiales: el Dólar Agro prometido a las economías regionales se entremezcla con los “volúmenes de equilibrio”, dando como resultado que se podrán exportar esos granos a 300 pesos por dólar por un lapso limitado, hasta fines de agosto, pero a la vez se suman a la lista de cultivos y sus derivados controlados con cupos de exportación que fijará la propia Secretaría de Agricultura.
“En el complejo cerealero-oleaginoso existen granos y subproductos en condiciones de ser exportados bajo las condiciones del Programa de Incremento Exportador”, reconoce el gobierno en los considerandos de los Resolución 156/2023, pero a renglón seguido apunta que también “resulta razonable establecer volúmenes de equilibrio para el registro de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) para dichos productos a los efectos de preservar el abastecimiento del mercado interno”.
Así las cosas, la Argentina amaneció con un listado ampliado de productos agrícolas en los que será el funcionario el que dirá cuánto y cuándo se puede exportar, como ya sucedía en las épocas del ex secretario Guillermo Moreno.
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En el anexo de la Resolución de detallan los productos que se encuentran alcanzados por la medida. Ellos son: Sorgo granífero (a granel o embolsado); Cebada, (a granel y embolsada); Semilla de girasol, aceite de girasol (tanto en crudo como refinado)y tortas y semillas de girasol. Todos esos rubros que antes no tenían limitaciones ahora sí las tendrán. Es el reaseguro que encontró un gobierno en sus últimos tramos como para evitar que toda la producción se exporte al tipo de cambio mejorado.
En los demás rubros considerados como “economías regionales” por las autoridades, en cambio, la fórmula elegida fue exigir que las empresas exportadoras suscriban con Comercio Interior un acuerdo de precios y volúmenes para la provisión de sus productos al mercado interno, incluso adhiriendo al programa de Precios Justos. También se les reclamará a esas firmas mantener e incluso incrementar su dotación de personal.
En el Boletín Oficial se publicaron otras dos resoluciones de Agricultura vinculadas al operativo para que las empresas agropecuarias acepten liquidar ante el Banco centrsal más rápidamente sus dólares generados por operaciones de exportación, en especial pensando en que el filón de esos recursos proviene de las ventas de soja y sus derivados. Allí, el dólar especial de 300 pesos regirá hasta el 31 de mayo.
Una de esas resoluciones adicionales se emitió “con el objeto de perfeccionar los lineamientos, pautas y aclaraciones en aras de brindar la mayor certeza posible a los sujetos adheridos”. Así explica la Secretaría de Agricultura la modificación del reglamento del plan Dólar Soja 3. Basicamene modifica el manual para la liquidación de esas divisas.
En la segunda de las normas publicadas este martes, Agricultura prorrogó hasta el 29 de mayo de 2023, inclusive, el plazo para la presentación de las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) de la soja que irá a exportarse con el dólar especial de 300 pesos.
No se puede pedir menos estupideces de las q el gobierno (¿?) hace. Ya se van….