Una vez más las autoridades nacionales anunciaron que planean derogar la normativa que establece un régimen de protección que protege a las curtiembres al hacer inviable económicamente la exportación de cueros frescos por parte de los frigoríficos.
El régimen arancelario, que lleva ya más de cuatro décadas de vigencia, establece derechos de exportación que se calculan sobre un valor de referencia presente –insólitamente– en el mercado de cueros de EE.UU.
Según datos de la industria frigorífica, el kilogramo de cuero de novillos, novillitos y vaquillonas se paga actualmente en torno a unos 29 pesos. Apenas a unos pocos kilómetros de distancia, en Uruguay, el valor del referencia del cuero se encuentra en 0,27 u$s/kg, valor que, al tipo de cambio oficial, equivale a 53 pesos por kilo.
“En el caso de la industria lo más relevante de los anuncios oficiales fue la derogación del sistema de preferencias del cuero crudo, que ojalá veamos publicado en el Boletín Oficial (para que sea oficializado). El anuncio genera esperanza”, dijo Daniel Urcia, vicepresidente de Fifra, a Bichos de Campo.
El cuero, junto con las menudencias, huesos y sebo bovino, conforma lo que en la industria se denomina el “recupero”, porque décadas atrás el ingreso generado por esos subproductos permitía cubrir buena parte de los costos fijos de las frigoríficos. Pero hace tiempo que, por diferentes factores tanto externos como internos, eso ya no sucede más.
El ex presidente Mauricio Macri dio en su momento la instrucción de que derogue la protección a las curtiembres, pero el lobby sectorial tuvo más fuerza que la orden presidencial. Muchos en ese momento miraron hacia la familia Galperín, propietarios de la curtiembre Sadesa, quienes tienen una buena relación con Macri.
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En 2020 el gobierno de Alberto Fernández procedió a suspender por unos meses la protección debido a que, por los problemas logísticos y comerciales derivado de la pandemia de Covid-19, muchas curtiembres habían dejado de retirar los cueros de los frigoríficos.
Ahora la promesa del ministro Sergio Massa renueva las esperanzas de los industriales cárnicos. “Si se diera la derogación del régimen, cualquier frigorífico podría exportar con continuidad”, explicó Urcia. Y es que en comercio exterior, la creación de canales comerciales permanentes es vital para poder generar valor real y sostenible.
El vicepresidente de Fifra además se refirió a otros anuncios que hizo el gobierno nacional y consideró que los mismos ayudarían a mejorar la comercialización de carne en diferentes aspectos.
“La suspensión del impuestos a los Ingresos Brutos para el sector en Buenos Aires es una muy buena iniciativa, que ojalá sea copiada por otras provincias, ya que ayudará al consumidor y al comercio y colabora con el blanqueo al restar presión impositiva”, destacó.
Con relación a la evolución del mercado ganadero, Urcia consideró que la recomposición del valor de la hacienda era necesaria por la cantidad de meses que llevaba de retraso, lo que hacía inviable, en el mediano plazo, al proceso productivo. Pero, al mismo tiempo, manifestó que no cree que los precios sigan escalando.
“En cuanto a los precios de la hacienda se produjo una recomposición y creo que vimos techos en los precios y veremos cómo juega la oferta de maíz en los meses que siguen; por este semestre, creo que las cartas están echadas”, proyectó
El dirigente industrial dijo que espera un año con menos faena y “con un consumidor muy golpeado por la crisis y un mercado mundial con mejores precios, pero no con los picos del primer semestre del año pasado”.
“Todo esto en un contexto de costos internos que suben todos los días como combustibles, energía y paritarias. Será un año difícil y por eso la medida del cuero es importante que se aplique, ya que ayudará a paliar los problemas de la industria frigorífica”, concluyó.