Dos funcionarios argentinos participaron esta semana en sendos foros en el exterior y nos dejaron más que nada desconcertados. No nos detendremos en el primer caso: Ha sido mundialmente comentado el discurso que el presidente Javier Milei brindó ante el Foro de Davos, en donde básicamente advirtió sobre los peligros de una agenda “neomarxista” que empaña los beneficios del libre mercado e incorpora “ideas nocivas que han impregnado fuertemente en nuestra sociedad”, como el feminismo o la defensa de la Naturaleza.
En Bichos de Campo nos detenemos en el tema que nos ocupa: la política agropecuaria de la Argentina. Su principal responsable, el secretario de Agricultura Fernando Vilella, participó en las últimas horas de un segundo foro internacional que casi que le llega a los talones en importancia al de Davos: se trata de la conferencia informal de ministros de agricultura más grande del mundo o más exactamente el 16° Foro Mundial para la Alimentación y la Agricultura (GFFA 2024), que finalizó este sábado en Berlín, la capital de Alemania.
En una gacetilla oficial de prensa, el funcionario explicó que “llevó su visión de la Bioeconomía” a ese foro internacional, y contó sobre diversos contactos realizados con ministros y funcionarios de muchos otros países. Pero lo importante de ese tipo de reuniones está siempre contenida en la declaración final, que en esta ocasión estuvo firmada por los ministros de 61 países, entre ellos la Argentina. También hubo representantes de más de diez organizaciones internacionales, como el CSA, la FAO, el FIDA, la OCDE, la OMC y el Banco Mundial.
¿Y qué dijeron los ministros en su declaración? Básicamente que todos estos países observan “con gran preocupación que el mundo se encuentra todavía en medio de una crisis de seguridad alimentaria mundial sin precedentes”, y que el objetivo de llegar al “hambre cero” difícilmente se logrará en 2030, pues casi 600 millones de personas seguirán pasando hambre “a menos que se tomen medidas drásticas”.
Entre las soluciones a esta crisis, los ministros promueven una serie de políticas a favor de hacer una agricultura mucho más amigable con el medio ambiente, y que sea sostenible también socialmente. En este capitulo, una de las recomendaciones más fuertes del documento es revalorizar el rol de las mujeres.
En la extensa declaración firmada por Vilella se acordó:
- La Implementación del derecho humano a la alimentación, ya que debe haber alimentos suficientes disponibles, accesibles y asequibles para todos.
- La transformación sostenible y resiliente de los sistemas alimentarios, ya que los ministros se comprometen a acelerar la transformación hacia una agricultura sostenible, local, adaptada al lugar y resiliente para alcanzar el objetivo de “Hambre Cero” y otros objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030.
- En ese sentido elogian y recomiendan los enfoques agroecológicos, la agricultura orgánica, los sistemas agroforestales y la economía circular, pues “deberían ayudar a detener la crisis climática y la pérdida de biodiversidad”. Creen que deben promoverse las cadenas de suministro regionales, así como el consumo sostenible.
- Apuntan que “los grupos vulnerables se ven particularmente afectados por la inseguridad alimentaria, la malnutrición y las crisis múltiples y, por lo tanto, deben ser fortalecidos”. Ratifican que “la participación igualitaria, especialmente de las generaciones más jóvenes y de las mujeres, es crucial”.
- Definen que “fortalecer el papel de las mujeres en el sector agrícola” es la manera más adecuada de reducir los niveles de desigualdad. “Las mujeres deberían tener un mejor acceso a la tierra y los recursos”, apuntan.
- También reivindican el papel de los estados y el sector público. “La sostenibilidad necesita estructuras que funcionen. Esto se aplica en particular a la seguridad de los derechos sobre la tierra, el acceso a semillas de alta calidad y el acceso justo a la financiación y a la infraestructura rural. Para lograr un enfoque sistémico, se debe promover la coordinación intersectorial y la coherencia de las medidas políticas”, indicó el documento.
- Se plantea otro objetivo: Reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos. “Para 2030 se reducirán drásticamente el desperdicio y las pérdidas de alimentos a lo largo de toda la cadena de valor. Además de objetivos concretos, esto requiere medidas efectivas; Es necesario medir las pérdidas y todos los actores deben participar activamente, desde la producción primaria hasta los hogares privados”, se reclama.
- Se pide “fortalecer la producción y el uso sostenible de fertilizantes para estabilizar los rendimientos y evitar una escasez de suministro global”, y se apunta que “los países del sur global deberían recibir apoyo en la producción sostenible de fertilizantes”.
Este es el documento completo, en idioma alemán:
GESAMT-DE-GFFA-2024-Kommunique
Y está bien, más allá de que son declaraciones que suelen quedar en la nada.
Le avisaron a Vilella de lo q opina el presidente de la Agenda 2030? Su posición no esta de acuerdo con lo q propone MIlei. Q renuncie.
Muy preocupante lo que hace el académico Villella,
no es la persona adecuada para el puesto que ocupa
Tampoco es idónea la gente que lo rodea