El Rector de la Universidad Nacional de Catamarca, Oscar Arellano, publicó en las últimas horas una nota aclaratoria en la que toma distancia de presuntas ilegalidades que pueda haber cometido por sus acciones en Misiones la empresa Agro Sustentable SA, que él mismo integra.
Es decir que, sin desmentir que estas irregularidades puedan haber existido, el funcionario universitario se desligó de tener responsabilidad sobre esos hechos: “No tengo ni he tenido en ningún momento participación alguna en los órganos de administración de dicha empresa y, por lo tanto, no tengo ninguna responsabilidad por posibles hechos punibles que se pudieran haber realizado”, escribió el rector nacional, que fue elegido en esa universidad pública en 2021.
Al revelar el affaire del bioherbicida trucho (sin registro) distribuido por esa empresa en Misiones y presuntamente pagado con fondos oficiales, Bichos de Campo informó en los últimos días que el rector Arrellano, primero a través de su hijo (que participó de la fundación de Agro Sustentable SA en 2015) y luego adquiriendo personalmente él parte de las acciones de la empresa BioInsect SRL en 2022 (que forma parte del mismo grupo empresario), tenía ligazón directa con esta situación posiblemente irregular.
Incluso se publicaron fotografías de Arellano y sus socios en dicha empresa tomadas en abril de 2023 durante la inauguración de la planta de Agro Sustentable SA donde supuestamente se iba a fabricar un bio-herbicida que podía llegar a ser sustituto del difundido agroquímico glifosato, aunque luego también se supo que esto era falso porque los bioinsumos vendidos al gobierno provincial por dicha empresa eran elaborados realmente por otra firma radicada en la provincia de Tucumán.
Para sacarse las sospechas de encima, a través del Centro de Medios Universitarios (CMU), ahora el rector nacional de la Universidad de Catamarca desmintió ser quien tomaba las decisiones operativas en dicha firma, cuya propiedad compartía con el joven empresario Joaquín Basanta y el agrónomo Matías Imperiale.
“En los últimos días se difundió por distintos medios la denuncia contra Agro Sustentable SA respecto a la comercialización de un bioherbicida y un conflicto de intereses con el herbicida glifosato que es el producto fitosanitario (herbicida) más comercializado en el mundo. Respecto a esto, se puso en duda mi participación en dichos hechos, pero fundamentalmente, se puso en duda mi honestidad y mi honorabilidad”, escribió el ex decano de la Facultad de Agronomía de la provincia norteña.
Luego enfatizó: “No tengo dudas que la confianza en mi conducta de honestidad y transparencia de mis actos cotidianos, entre otras razones, hicieron que la Comunidad Universitaria me otorgara la alta responsabilidad de ser Rector de la Universidad Nacional de Catamarca, me debo a todos ellos por lo que corresponde, y es una obligación para mí, aclarar que no tengo ni he tenido en ningún momento participación alguna en los órganos de administración de dicha empresa y, por lo tanto, no tengo ninguna responsabilidad por posibles hechos punibles que se pudieran haber realizado”.
Arrellano puso especial interés en desmentir una versión publicada por este medio respecto de la posibilidad de que la firma en cuestión también haya podido comercializar sus productos a través de la provincia de Catamarca: “Entre las denuncias a que se hacen referencia sobre hechos supuestos y, a los efectos de evitar hipótesis que perjudiquen a algún comprovinciano, desmiento terminantemente la información que dice que ‘la empresa habría vendido bioherbicida en Catamarca’”, señaló.
Finalmente, el alto funcionario universitario se desligó de los hechos, pero sin desmentirlos: “Como la denuncia es contra la empresa a ella le corresponde asumir su defensa. Agradezco y valoro las múltiples muestras de apoyo y confianza recibidas como también valoro el silencio respetuoso de muchos otros”.
A ver si una vez la mal llamada justicia, que sería todavía más arruinada por lijo si entra en la SCJ, hace justicia en serio y castiga severamente a los estafadores de la producción agrícola argentina. Y lo digo como uno de los introductores de la soja en el N, que para el INTA era mala palabra y el Ing. Piquín un loco lindo. ¡¡¡Ahhhhh, el estado… !!!
Como PROFESIONAL no puede haber ignorado las aberraciones que. estaba haciendo su empresa, como es emplear un insecticida como herbicida haciendo aplicaciones altamente concentradas en horas de mayor temperatura ambiente. ES UN DELINCUENTE. Quiero buscar la forma de denunciarlo, no por la estafa. Sino por el daño ambiental que estaban produciendo