En lo que fue un trámite más que veloz, el oficialismo en el Senado dictaminó el proyecto de biocombustibles venido en revisión desde la Cámara de Diputados. El expediente se analizó a días del vencimiento, el próximo lunes, del decreto de urgencia (DNU) que prorrogó por 60 días el régimen actual.
El dictamen surgió de una reunión conjunta de las comisiones de Minería, Energía y Combustibles, y de Presupuesto y Hacienda, que contó con la presencia del Secretario de Energía, Darío Martínez.
En reiteradas oportunidades Martínez defendió el proyecto señalando que se dará más previsibilidad al sector que elabora combustibles renovables, pero que a su vez contempla aspectos similares a la actual Ley 26.093. Aseguró el porcentaje de corte de los combustibles fósiles “fue consensuado con los sectores”, en base a precios que permitirían continuar con las plantas abiertas.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo del Poder Ejecutivo, reduce los cortes de biodiesel en gasoil de 10% a 5%; y de bioetanol a base de maíz, que podría descender del actual 6% al 3%. Para el caso particular del bioetanol, el Secretario de Energía apoyó la distinción entre la caña de azúcar y maíz en tanto la primera no es un commoditie y sus precios son más previsibles.
En el arranque de la reunión, la titular de la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Gladys González (PRO-Buenos Aires), reclamó que el tema no pasara por su comisión. De igual forma, el entrerriano Alfredo De Angeli (PRO) observó la falta de intervención de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca, y propuso convocar a expositores. Sin embargo Ruben Uñac (FTD-San Juan), senador que presidía el encuentro, indicó que la postura del oficialismo era avanzar de forma inmediata.
Al momento de las consultas, la senadora Silvia Elías de Pérez (UCR-Tucumán) reconoció que “la caña de azúcar está salvaguardada” -cabe recordar que en Diputados los legisladores tucumanos de Cambiemos votaron a favor-, pero rechazó que la ley deje “en discrecionalidad de la autoridad de aplicación, sea quien fuere” la decisión de aumentar o bajar los cortes.
Martínez argumentó que la autoridad de aplicación define el corte y precio es tal cual está en el régimen actual, tal cual está en lo que votaron ustedes en la prórroga”.
Por su parte Gladys Gonzáles, dijo que “es mentira que no estamos reduciendo, hoy el corte del biodiésel es del 10%, no es del 5%” y consideró que al no subir los porcentajes de corte “vamos a quedar afuera del mundo porque el mundo se está descarbonizando”.
Desde Córdoba, Laura Rodriguez Machado (PRO) afirmó que el proyecto no tiene aval del sector y cuestionó la reducción del corte del maíz del 6% al 3% sin aclarar motivos. “El campo cordobés ha recibido varios embates del kirchenerismo”, dijo.
Desde el oficialismo, la senadora María de los Ángeles Sacnun (FDT-Santa Fe) aseguró que este gobierno no actúa contra el campo y dijo que se reproduce la frase como si el campo fuera uno solo y no es uno solo sino que “hay varios sujetos agrarios”.
La sorpresa la dio el senador Carlos Caserio (FDT-Córdoba), presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, al reconocer que la baja en el bioetanol de maíz “va a colapsar el sistema de producción” y no genera previsibilidad. Se refirió entonces a las empresas cordobesas de bioetanol de maíz, que generan 5000 puestos de trabajo.
El senador preguntó si el gobierno tiene el compromiso de mantener el mismo precio del bioetanol de corte de maíz que caña de azúcar, y Martínez se comprometió a “elaborar cambios en la reglamentación” para saldar las dudas.
En la misma línea, el senador Roberto Mirabella (FDT-Santa Fe) cuestionó los puntos de la iniciativa referidos a la importación de combustibles y aseguró que esta ley le pega en la línea de flotación a las pymes”.
Frente a estas intervenciones, el jefe de la bancada oficialista, José Mayans (FDT-Formosa) adelantó que “si existen aportes que podamos hacer”, se atenderán esas cuestiones.