En el primer semestre de 2021 se registró la molienda de soja argentina más elevada de la historia con 22,0 millones de toneladas versus el récord de 22,4 millones de toneladas en igual período del 2016.
“La firme demanda por aceite de soja en el mercado internacional tracciona la molienda en la Argentina, que consolida su puesto como primer exportador mundial de aceite de soja”, explicó un informe publicado por Ciara-CEC.
Sin embargo, la entidad que representa a los industriales aceiteros indicó que las fábricas oleaginosas están operando con márgenes negativos porque la harina de soja “enfrenta una caída de la demanda global y declinación de precios, y es la que más impacto tiene en el margen de molienda, asumiendo que el rendimiento del proceso industrial arroja el equivalente de 78% de harina y 18% de aceite”.
“A pesar de enfrentar márgenes desfavorables, la industria aceitera debe cumplir compromisos de exportaciones previamente asumidos y atender la firme demanda por aceite de soja. Todo esto se da en un momento en el que la oferta de soja disponible se va reduciendo en forma considerable”, añadió.
El informe de Ciara-CEC destaca que “una fuerte presión de impuestos afecta todos los eslabones de la cadena productiva, comercial y agroindustrial, partiendo de la materia prima hasta el producto final que llega al consumidor. Como ejemplo , en el caso de un barco que exporta harina soja, el 41% lo recauda el gobierno en impuestos”.
La caída en el ingreso de camiones de soja contrasta con el aumento en el ingreso de camiones de maíz. En julio pasado ingresaron a los puertos 62.410 camiones de soja con un volumen de 2.072.000 toneladas y 107.942 camiones de maíz con 3.200.000 toneladas.
Por otra parte, la histórica bajante del río Paraná provoca mayores costos operativos de exportación. “Enormes costos logísticos como consecuencia de la peor bajante del río Paraná están generando problemas en los embarques. Los buques no puede salir con la carga completa y deben viajar a completar carga a los puertos del Sur, Necochea y/o Bahía Blanca, o a los puertos de Brasil”, remarcó.
“Esto genera cargos extras no previstos que hoy son absorbidos por los exportadores. Y lo más grave son las pérdidas de carga a manos de exportadores de origen brasileño; en el caso que esta situación persista, el origen argentino será castigado en precios por los mercados compradores”, advirtió.
Los problemas de mercado de la harina de soja, junto con la presión impositiva y las dificultades logísticas, tienen un importante impacto en la capacidad de pago de la soja de la industria aceitera.
Un aspecto favorable es la fuerte recuperación en la molienda de girasol, que en el primer semestre de 2021 llegó a un total acumulado de 2,15 millones de toneladas. En igual período de la campaña previa, la molienda total acumulada fue de 1,784 millones de toneladas. “La industria aceitera está haciendo un gran esfuerzo para atender la firme demanda en el mercado interno, en el marco del fideicomiso aceitero”, concluyó el informe de Ciara-CEC.