“El pastoreo racional es la aplicación de la inteligencia humana a la actividad pastoril; es el humano quien comanda el pastoreo, ya no más el bovino”, define Aníbal Ferreira, que es economista, productor ganadero y director de Pastoreo Racional PY. “Es una práctica que hace tiempo se desarrolla en Paraguay, creo que se dio una ola simultánea en todos nuestros países, con Nilo Romero Ferreira en Brasil, Edgardo Vanoni en Argentina y Guillermo Lebrón en Paraguay, aunque últimamente está tomando un impulso muy fuerte y va captando cada vez más adeptos”.
Antes de continuar con las definiciones, un poco de contexto. En el Paraguay las razas bovinas varían según la región, donde se destacan principalmente la región Oriental y la Occidental (también llamado Chaco) aunque también existen zonas internas dentro de las regiones. En el norte de la Región Oriental existe una gran influencia de la ganadería brasilera siendo la más utilizada la raza Nelore, mientras que en el resto de la región, con climas menos calurosos, están las demás razas, donde Brangus y Braford van tomando la delantera.
Por su lado, en la región Occidental hay dos zonas bien definidas: Chaco sur y Chaco Central. La primera tiene clima húmedo y se destinada principalmente para la actividad de cría, principalmente de Brangus, Braford y otras mezclas con Brahman, Senepol, Angus y razas africanas que se están incorporando al abanico de opciones raciales. En la zona del Chaco Central, cuya principal actividad es el engorde y terminación de novillos y toros jóvenes para venta a frigoríficos de exportación, las razas más difundidas son el Brangus, Braford, y diversas mezclas con el Brahman como base y algunas otras razas africanas como el Boran, el Sindy y algunas sintéticas, como Santa Gertrudis y Senangus.
Javier González es propietario de un establecimiento ganadero en la localidad de Cerro León, a unos 63 kilómetros de Asunción. Si bien la superficie total de la propiedad es de 200 hectáreas, las “utilizables” son 80 dado que el resto se distribuye entre reservas forestales, plantación de eucaliptus y tajamares o lagunas.
“Me dedico a la cría y producción de terneros de la raza Senepol, que elegí por su excelente adaptación al campo natural y su docilidad”, explica Javier. “La dotación actual es de 150 cabezas, la carga de 1,15 UA/Ha y el pastoreo se desarrolla 95% del año en las ochenta hectáreas”.
La finca comenzó a producir hace 6 años y se optó por este sistema por el potencial productivo y competitivo que ofrecía. En este tiempo el productor asegura que ha tenido mejoras concretas, como mayor producción de pasto por hectáreas (más especies, tanto en cantidad como calidad); mejora en la fertilidad del suelo ya que la concentración de animales contribuye a mayor bosteo y orina, y costos de producción más competitivos ya que la utilización de insumos (fertilizantes, fármacos contra garrapatas) se reduce al mínimo.
“Creo que la ganadería si quiere mantenerse competitiva, obligatoriamente tendría que adoptar un esquema de producción como el pastoreo racional”, concluye Javier.
“Es que el pastoreo racional es una pieza fundamental para el desarrollo de una ganadería regenerativa; es más, diría que es la base de todos los sistemas como ganadería regenerativa, manejo holístico, pastoreo de ultra alta densidad y pastoreo total, todos ellos creados a partir de las Cuatro Leyes Universales del Pastoreo, definidas por el Dr. André Voisin”, agrega Aníbal.
“Estas leyes son de Ocupación, Descanso, Ayuda y de los Rendimientos Regulares, es decir que cumpliendo estas leyes, se respetan los tiempos de ocupación, se realizan los cambios de potreros en forma oportuna y se vuelven cuando están listos para recibir nuevamente a los animales, donde las mejores pasturas se entregan a los animales que más lo necesitan y se logran rendimientos regulares.
-¿Qué es mejor? ¿pasturas implantadas o pastos nativos?
-Cualquier potrero con pasturas naturales o implantadas es bueno para el desarrollo del pastoreo racional. En campos nativos el volumen de forrajes es menor, pero la calidad de es muy alta por la gran variedad de especies existentes, mientras que en las pasturas implantadas el volumen de forrajes es superior, permitiendo alojar mayor cantidad de animales por superficie.
–¿Se sabe cuántos ganaderos usan esta metodología en Paraguay?
–No existen registros , pero es cada vez más frecuente encontrar productores que la utilizan y en los eventos que organizamos, ya sean salidas de campo o capacitaciones, aparecen más productores que se inician con el sistema de producción.
-¿Esta carne está diferenciada de la de feedlot o no regenerativa? ¿Va al mercado interno o se exporta?
-Lastimosamente aún no tenemos desarrollado un mercado para nuestro producto. La producción, sin importar con qué sistema se realice, se comercializa en igual forma. Tampoco existen precios diferenciales, creo que se debe tener una masa crítica más importante para lograr ciertos acuerdos y obtener beneficios como mejores precios.
–¿Cuáles son los principales beneficios del pastoreo regenerativo?
-Son múltiples. En el aspecto económico: aumenta la capacidad de carga animal, disminuye la proliferación de malezas, los animales mantienen mejor condición corporal y disminuye muchísimo la necesidad de insumos externos. Otros beneficios son la mejora de la sanidad, pues las rotaciones y el prolongado tiempo hasta que se regresa a un potrero utilizado en la rotación anterior crea un ambiente más sano y generalmente libre de parásitos, que van desapareciendo cuando no encuentran huésped para su desarrollo. A esto se le suma que el ganado se torna muy manso, permitiendo un manejo sencillo, con bajo peligro para los colaboradores.
Nada nuevo bajo el sol.. este metodo ya en los 70 se promovia.
Si se promovía ya en los 70 pero la gente y la academia son muy duros de cambiar, unos por falta de visión y otros por intereses ya sabidos, el mayor problema era marearse con los tiempos de reposo y por lo tanto tristemente dejaban la actividad.