Los dirigentes de la Mesa de Enlace lograron sumar este martes a un variopinto de entidades y cámaras de la cadena de ganados y carnes a una etapa de protesta light contra el cepo a las exportaciones de carne que implementó el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kichner. El sopapo electoral que esa dupla política recibió en las elecciones primarias del domingo pasado alejó del menú de opciones un encarnizado paro agropecuario de larga duración, como pedían los sectores más ultras.
En una reunión de todos los actores del negocio cárnico realizado en la sede de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la lógica que primó es que cualquier acción de ese tipo en este contexto político debilitaría aún más al Presidente y fortalecería las ansias de radicalización que se promueven desde los actores más intensos del kirchnerismo, donde surgen voces que piden elevar mucho más la presión fiscal sobre el campo o prohibir por completo las exportaciones de carne, que por ahora están cupificadas, por ahora hasta el 31 de octubre.
.”Debemos defender el interés general por encima de los intereses de cada eslabón de la cadena”, expresó el titular de la SRA, Nicolás Pino, la efectuar esta convocatoria a consignatarios, matarifes, frigoríficos del consumo y de la exportación, criadores y cabañeros, y hasta sindicalistas del sector.
Todos esos sectores, incluido el Consorcio ABC que mantuvo intensas negociaciones con el gobierno hasta último momento, aceptaron esta protesta suave o light. Un menú liviano como para que Alberto no se indigeste luego de la derrota electoral y pueda recomponer fuerzas frente a los sectores más díscolos de su propia alianza de gobierno.
Si triunfan finalmente los del ala más moderada, creen los ruralistas que serán ellos mismos los que se ocuparán de desactivar el cepo, pues ni el ministro de Producción, Matías Kulfas ni su par de Agricultura Luis Basterra, o el de Economía, Martín Guzmán, están de acuerdo por completo con el cerrojo exportador, cuya extensión fue decidida en clave electoral por el hijo de la vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner.
Así el entorno, en la reunión de la cadena cárnica se descartó hacer un paro ganadero en el corto plazo, como proponían sectores de productores autoconvocados más politizados, y la Mesa de Enlace se puso a diseñar un plan de acción al estilo de una guerra de guerrillas: se ataca en varios flancos sin prestarse nunca a una batalla abierta en el campo de combate.
También se decidió no exponer rencillas internas en este momento. Pero saltó a la vista que el acompañamiento al lan de lucha atemperado de los ruralistas partió de “la cadena de ganados y carnes” y no de la Mesa de las Carnes, un especio más formal que es dirigido por Dardo Chiesa y que acompañó al Consorcio ABC -sin éxito- en las negociaciones con el gobierno.
Lanzar una “campaña de concientización”. Promover asambleas de productores en las provincias. Reclamos a los gobernadores que han adherido al cepo a las exportación de carnes (y que son curiosamente los que perdieron más votos en sus provincias), reclamar una agenda ganadera de los candidatos para la elección del 14 de noviembre; y hasta la presentación de un recursos de amparo de la Sociedad Rural son algunos de los ataques de este foquismo agropecuario, que dejará la posibilidad de lanzar un cese de comercialización de carnes y granos para más adelante, en función de como evolucionen las internas del gobierno.
Con claridad, la Mesa de Enlace aspira a que el cierre parcial de las exportaciones de carne sea un tema permanente en la campaña electoral, ahora con los precandidatos definidos.
En rigor, el ministro Kulfas se refirió al asunto hoy mismo, alegando que “no están cerradas las exportaciones como se dice. Lo que hicimos un mecanismo de sintonía fina de calibración que permitió seguir exportando en niveles importantes. El país necesita los dólares justamente para poder seguir creciendo, para generar la importaciones necesarias para la reactivación pero al mismo tiempo logramos que ya hace dos meses el precio de la carne no solo dejó de subir sino que bajó un poquito. Esto ha mostrado que este tipo de medidas ha funcionado”, indicó.
Por su lado, el expresidente Mauricio Macri también mantuvo encendida la llama al acusar al gobierno de una política dañina para el sector. “Suspendieron de vuelta las exportaciones de carne destruyendo miles de puestos de trabajo para ni siquiera lograr que baje el precio en las góndolas porque ya está demostrado que no funciona”, aseguró.