Aunque durante el anterior gobierno nacional sus históricas demandas avanzaron poco y nada (como una ley de acceso a la tierra u otra sobre arrendamiento rurales), los dirigentes de la Mesa Agroalimentaria Argentina (MAA) ya dan por descontado que en la presidencia de Javier Milei las cosas serán peores para el segmento de productores que quiere representar: los pequeños y medianos productores y las comunidades campesinas.
La mejor prueba de ellos es el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) dictado la semana pasada por el nuevo presidente. Fue denostado por este espacio “por el carácter autoritario y antirrepublicano, siendo un claro golpe a las instituciones democráticas”.
De este modo, la Mesa Agroalimentaria formada por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), las cooperativas federadas de Fecofé, Bases Federadas, Fonaf, el Movimiento Campesino Somos Tierra, pasó de tener un cariz oficialista a otro francamente opositor, siempre a contramano de las organizaciones rurales que integran la Mesa de Enlace. Allí, en el camino inverso, un comunicado de CRA se mostró muy elogioso del súper decreto desregulador dictado por Milei.
La visión de los dirigentes de la MAA es completamente antagónica: “Creemos que el DNU es inconstitucional y nulo, ya que por la cantidad de leyes que deroga, así como por la profundidad de los cambios, debe ser en el Congreso de la Nación donde se discuta y se generen los consensos fundamentales que representen a la mayoría”, explicaron desde este espacio.
Milei dictó esa medida en simultáneo con una reunión que este espacio mantuvo la semana pasada en Jovita, en la provincia de Córdoba, el pago chico de Juan Manuel Rossi, el presidente de Fecofé. ““Nos vamos con la decisión firme de seguir ampliando la Mesa Agroalimentaria en las provincias, sumando pequeños productores, cooperativas, federaciones, en un contexto difícil de la Argentina, con un gobierno de extrema derecha que lanza medidas que atentan contra el pueblo”, explicó entonces Agustín Suarez, dirigente de la UTT.
Un borrador de documento que circula entre los dirigentes de estos espacios, que pese a mantener una distancia crítica con Alberto Fernández ocuparon algunos espacios de importancia en el anterior gobierno, afirma que el DNU de Milei parece “anclado en la concepción de que el Estado desaparezca, reduciéndolo a su mínima expresión y dejando todo a manos del mercado”.
“Cada uno de los puntos del DNU beneficia a un grupo reducido de empresarios que desde siempre hacen negocios a costa de la miseria del pueblo argentino”, añaden los dirigentes.
En materia agropecuaria, este espacio rechazó especialmente la derogación de la Ley de Tierras Rurales, porque “vuelve a dejar en riesgo tierras y fuentes de agua que pueden ser acaparadas por empresas transnacionales y fondos buitres”.
También se cuestiona del DNU la derogación de la Ley de Manejo del Fuego, pues consideran que “abre camino a la concentración de la tierra y es también, un gran retroceso en términos de los impactos que se suceden en bosques, pastizales y humedales, en el marco de una crisis climática evidente”.
Por otro lado, la MAA repudió la aplicación generalizada de retenciones del 15% y del impuesto a la importación llamado PAIS. “Las retenciones e impuestos deben ser segmentados y diferenciados. El campo tiene una diversidad de actores que deben ser tratados de manera diferente”, recordó este espacio.
En su lanzamiento público como nueva corriente agraria opositora a este gobierno, el autodenominado “otro campo” reivindicó los cinco proyectos de ley que presentó en los últimos años, y que no tuvieron tratamiento del Congreso: Ley de acceso a la Tierra, Ley de protección de territorios campesinos, Ley de arrendamiento rurales, Ley de financiamiento cooperativo, Ley de segmentación impositiva.