“La industria de biocombustibles atraviesa el escenario más complejo desde su inicio de actividades en 2010, tras el derrumbe en la producción, ventas internas y exportaciones en los primeros ocho meses del año, con empresas operando con altos niveles de capacidad ociosa, que obligaron a la paralización de las fábricas y suspensión del personal”.
En ese tono dramático habla un informe de la consultora IES (Investigaciones Económicas Sectoriales) sobre la situación de quienes producen bioetanol y biodiésel en la Argentina. El documento aporta datos para confirmar que este es el peor momento histórico de esta industria relativamente nueva, que en otros países del mundo es apalancada y acá parece librada a su suerte por las autoridades.
Según el documento, la coyuntura más delicada es la del segmento de biodiésel, que entre enero y agosto verificó el volumen productivo más bajo desde 2010. “El Covid-19 causó un desplome en la venta de combustibles a nivel local e internacional, afectando también las exportaciones que caerían cerca de un 30% en cantidades en 2020, tras fuertes caídas en 2018 y 2019”.
El gobierno colabora al desastre. Su principal culpa es la “falta de actualización de los precios internos de biodiésel y bioetanol desde diciembre de 2019, que torna insostenible la elaboración, ya que las empresas no logran cubrir los costos de producción”, dijo IES. En este lapso, en rigor, el precio del aceite de soja (principal insumo de biodiésel) subió 20% en el acumulado a agosto, y el precio del maíz (principal insumo de bioetanol) trepó 15,4%. “La industria se ve obligada a producir a pérdida”, resumió el trabajo.
Los datos de la caída son apabullantes:
- En los primeros ocho meses de 2020 la producción de biodiésel exhibió un derrumbe de 30,4% respecto de 2019, al totalizar 1,002 millón de toneladas hasta agosto.
- La menor elaboración respondió al desplome de las exportaciones (26,3%) y de las ventas internas que cayeron 32,1% en el acumulado a agosto (490 mil toneladas).
- En los ocho primeros meses de 2020, las exportaciones de biodiésel cayeron en volúmenes y valores respecto de igual periodo de 2019. En este período las ventas externas totalizaron 367 millones de dólares, una caída interanual de 22,4%, mientras que en cantidades se despacharon más de 461 mil toneladas, una merma anual de 26,3% respecto del mismo período de 2019.
- En el caso del bioetanol, la producción cayó 27,3% respecto a igual periodo de 2019, con un volumen elaborado de 488 mil toneladas (caída de 19,5% en base a maíz y 36,1% en base a caña).
- Las ventas internas de bioetanol se contrajeron 29,4% en el acumulado a agosto por la menor demanda de las petroleras. Casi no hay exportaciones.
La Consultora IES evaluó, en este escenario, que “en 2020 caerá fuertemente la actividad del sector biocombustibles en un contexto de congelamiento de precios que seguirá afectando la rentabilidad de las empresas”. Esta situación, que podría evitarse, se verá agravada “por el derrumbe de ventas de naftas y gasoil producto de la cuarentena que decretó el Gobierno en marzo”.