La relación del apellido Cervi con la producción frutícola en el Alto Valle es una que ya tiene más de seis décadas de trayectoria. Fueron los abuelos de quienes hoy administran el negocio familiar, que sin dudas se ha convertido en uno de los más importantes a nivel local, los que comenzaron a producir peras y manzanas en la zona de Colonia Confluencia, en donde los ríos Neuquén y Limay se juntan para formar el Río Negro.
Con cada nueva generación que se sumó a ese emprendimiento familiar, la firma Cervi logró escalar en producción y en tecnología. Tal es así que 55 años atrás comenzó un proceso que concluyó en la integración de las etapas de producción, empaque, conservación frigorífica y comercialización desde un mismo punto geográfico, a partir del cual acompañaron el desarrollo de esa actividad en la región.
“La empresa empezó como tal hace unos 55 años, en una zona de producción excepcional de peras y manzanas, con vistas al mercado interno y a otros de exportación. Para nosotros es una gran responsabilidad pero también algo que hacemos con pasión. Nuestra premisa es que si estás en el mundo de la fruta y no te gusta, dedicate a otra cosa”, dijo a Bichos de Campo Jorge Cervi, presidente de Mario Cervi e Hijos SA.
Los cambios que se han dado en esa cadena comercial tienen para el empresario una fuerte ancla en las modificaciones tecnológicas que se sucedieron en el tiempo.
“Trabajamos con un producto perecedero donde la cadena de frío es fundamental. La introducción de los contenedores permitió llegar a cualquier lugar del mundo en equis días. Si bien la producción del Valle nació pensando en mercados de ultramar, fundamentalmente Inglaterra, la guerra de Malvinas marcó un quiebre y luego la tendencia fue más fuerte hacia mercados globales”, indicó Cervi.
Eso volvió a cambiar en los últimos años, donde los mercados regionales se transformaron en destinos muy atractivos, situación que hizo que países como Brasil o Perú se convirtieran en interesantes complementos del mercado interno nacional. Brasil, por ejemplo, absorbe el 40% de la exportación de peras del Valle. En el caso de la manzana, un 70% permanece en el mercado interno.
“Para nosotros el mercado interno siempre fue muy fuerte. De hecho, el mito ese de que la mejor fruta se exporta en nuestro caso no aplica. Nosotros vendemos la mejor fruta en el mercado interno desde hace muchos años. Y entendemos el mercado de Argentina con el de Brasil como mercados complementarios. Brasil es más importante en la demanda de peras y Argentina es más importante la demanda de manzanas. Necesitamos que los dos estén activos y con buena demanda”, sostuvo el empresario.
En cuanto a los volúmenes, durante la temporada alta de cosecha la firma procesa unos 250 mil kilos de fruta por turno. Esto por supuesto no frena una vez finalizada esa etapa, sino que se trabaja durante todo el año para garantizar el suministro interno y de los mercados de contraestación.
Esto fue lo que motivó en parte a los Cervi a abastecerse únicamente de producción propia, y a dejar de tener proveedores externos.
“Hace casi 30 años iniciamos un proceso de plantaciones con vistas a tener la totalidad de producción propia de todas las variedades que trabajamos. Hoy ya estamos en un 99% de abastecimiento propio y eso te da libertad de manejo”, señaló Cervi, quien añadió eso que también les permitió hacer más foco en la calidad de sus productos.
“Un proceso que en Estados Unidos se llama madurado en planta, nosotros ya lo venimos aplicando hace muchos años con la idea de tener un factor diferencial. Queremos que cuando vayas a la frutería compres fruta con buen sabor y lista para comer en el momento. Es un trabajo muy fino que tenés que ir llevándolo día a día, minuto a minuto, pero que nos asegura que los consumidores recibirán fruta con muchísimo sabor y excelentes condiciones de color y calibre”, putualizó el productor.
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-Se habla mucho respecto de la rentabilidad de la fruta, que muchos productores señalan que es baja. ¿Qué análisis hace Cervi de eso?
-La manzana encontró un equilibrio entre oferta y demanda, por lo tanto está en un mercado de resultados medianamente positivos. En el caso de la pera, nunca vas a obtener ganancias extraordinarias pero es un producto que bien llevado, con un análisis con manejo de costos, con mucha eficiencia productiva y en toda la cadena de empaque, conservación y demás, podes tenés resultados razonables. Sin dudas la manzana hoy está teniendo mejores resultados que la pera, pero también cuando vos plantas un árbol de manzanas, te esperas diez años para poder cosechar. Entonces la barrera de entrada al negocio también es muy alta.
-También se discute que Argentina debería producir más fruta, cosa difícil si los precios no acompañan. ¿Cómo ven el objetivo de obtener más fruta por planta?
-La productividad por planta es en lo que todos estamos trabajando siempre en forma permanente, desde las labores culturales que se realizan, la poda, las fertilizaciones. Siempre tendemos a tener no solo más kilos por hectárea sino mejores kilo por hectárea. Más calidad.Y en términos de aumentar la producción, hay que hacer un análisis muy importante de la demanda. Cada vez son más los países que están produciendo más manzanas y peras como sustitución de importaciones. Europa bajó prácticamente a cero su importación de manzanas porque aumentó muy fuerte su producción. Brasil hace 20 años se convirtió en un gran productor también. Hoy el mercado tiende a ser mucho más regional que antes. Por lo tanto, pensar en un recuperar los volúmenes de manzanas que se producían hace 15 o 20 años es algo que merece un análisis muy grande.
-¿Qué le gustaría a Cervi como empresa que pase a futuro? ¿Que buscan de acá a un par de años?
-La tecnología es algo que siempre nos apasionó. De hecho nuestra línea de empaque es de lo más moderno que hay en Sudamérica. También trabajamos muy fuerte en la genética y selección de plantas para obtener manzanas con más color o con mejor conservación. Hemos hecho una reconversión muy fuerte del frigorífico tendiendo a mejorar las condiciones del frío en temperatura, humedad, ventilación y consumo eléctrico, tendiendo a la sustentabilidad de nuestros productos. Eficientización y sustentabilidad que van de la mano. Hemos eliminado el uso del papel sulfitos en las peras, algo que es muy tradicional en el mercado, con lo que ahorramos 65 toneladas de papel por año. Y desde hace unos ocho años estamos trabajando muy fuerte en posicionamiento de marca. Hacía eso vamos.