Néstor Ortega cuenta que se convirtió en productor de ovinos “por casualidad”. Su campo está en Fachinal, provincia de Misiones. Cuando le tocó ser ministro de la Producción de su provincia, por esas “cuestiones de trabajo” se mudó desde el interior misionero a Posadas, pero como estuvo “muchos años viviendo en la chacra, no me pude acostumbrar a la ciudad”. Por eso se decidió a hacer algo nuevo.
“La cría de ovinos empezó como una distracción y terminó siendo la producción principal”, dice, recordando a un amigo que en esa ocasión le advirtió que en el nuevo campo adquirido “lo único que se puede hacer es ovejas”. Ortega provenía de Andresito, en el norte provincial, donde comparte una propiedad rural con su hermano, donde se produce yerba mate y ganadería mayor.
En materia de producción de ovinos, y si bien hace poco más de ocho años del inicio de esta experiencia, Ortega sostiene: “para nosotros es un largo recorrido ya, pero entendemos que hay mucho por delante todavía, y mucho por hacer”.
Mirá la entrevista:
Para la provincia de Misiones la cría de ovinos, si bien no es una novedad, no hace mucho que comenzó a desarrollarse intensamente. “Estamos incursionando con la raza Santa Inés. Gracias a Dios, tenemos muchísimos clientes en el norte argentino. Tiene como características especiales el adaptarse muy bien a esta zona, y creemos que es una raza que va a ir tomando mucha importancia en el norte del país”, describió Ortega.
Santa Inés es una raza de origen brasileño y en sus orígenes estaba destinada al nordeste de ese país, por una cuestión de topografía y clima. “Hoy se ha extendido prácticamente a todo Sudamérica. Porque es un animal que no tiene lana, tiene pelo, y así el calor no es una complicación”, comenta, para advertir que “hoy por hoy la actividad ovina está teniendo inconvenientes serios con la esquila y con la lana, porque no se consigue mano de obra y porque el precio de la lana está muy bajo”, completa.
“La raza no es de doble propósito, es carnicera”, define Ortega, para destacar que “un macho en edad adulta puede llegar a pesar más de 140 kilos, vivo. Tiene un desarrollo sumamente rápido, cuando se le dan las condiciones sanitarias, alimenticias, genéticas y de manejo óptimas, para que así sea”.
“También tiene características especiales al paladar”, remarca, aportando que “no tiene el mismo sabor o la misma contextura que las razas tradicionales argentinas. A los amigos que van probando les gusta mucho la carne que se obtiene. En ese proceso también se está trabajando mucho en la provincia de Misiones”, indica.
-¿Qué lo distingue de otras carnes?
-Prácticamente no tiene grasa. El animal puede estar muy bien terminado, pero casi nada de grasa. Muy magro -dice Ortega, conviniendo que puede cocinarse de distintas maneras- Pero a la estaca es espectacular. Su gusto es muy agradable al paladar.
Acerca del desarrollo de la actividad ovina en su chacra, aclara: “todavía no somos cabaña, pero sí estamos haciendo exclusivamente genética. Nuestra propiedad es chica, tenemos 12 hectáreas destinadas a la actividad. Hoy por hoy, con algo de suplementación, estamos logrando tener en ese predio unas 250 cabezas, con la posibilidad de incorporar 100 animales más, con un promedio de 35 animales por hectárea. Esa es otra cuestión a desmitificar en la producción ovina”, expresa.
Para que el objetivo sea posible, comenta que hay que usar las especies adecuadas para la pastura, con el manejo correcto, así como saber la época de crecimiento de cada una, y así establecer la rotación precisa. Es también importante la suplementación, que apuntan a que sea mínima, por una cuestión de costos.
-¿A qué aspiran como grupo rural de animales menores?
-Básicamente el planteo que tenemos es mejorar. Hace muchos años que está la Santa Inés en Misiones, pero como fue una raza que se trajo de afuera, empezó a circular y se dio un proceso de cosanguineidad bastante fuerte entre los productores. Hace unos años entre los productores se negaba esta raza, por eso ahora tenemos que mostrar hasta dónde se puede llegar con la Santa Inés. Y eso estamos haciendo.
-¿Qué hace falta para consolidar este crecimiento?
-Como cualquier tipo de actividad agropecuaria, es necesario tener los incentivos. Sobre todo, créditos acordes, porque es un drama pensar en recurrir a una entidad financiera para empezar con la actividad, para ampliar un galpón, o para hacerse de genética nueva, debido a los costos que tiene el dinero.
“Lo principal hoy es el acompañamiento económico para que los que estén en la actividad se los refuerce y puedan ampliarla, y los que se quieran iniciar cuenten con la cantidad de dinero necesaria para hacerlo bien. Si a un productor le alcanzo poco dinero, va a poder comprar pocos animales, de no muy buena calidad genética, y luego termina decepcionado porque el resultado que va a obtener no es el que esperaba”, amplificó el razonamiento.
Finalmente, el ex ministro provincial aclaró que el actual gobierno de Misiones está acompañando, en la medida de sus posibilidades a este desarrollo ovino en la provincia.
Buen día muy buena noticia para todos, yo como artesano me gustaría contactsrne con ese productor, si alguien me puede ayudar se lo agradezco