Por Nicolás Razzetti (@NicoRazzetti).-
El Mercado de Liniers, que desde hace más de 100 años concentra la oferta y demanda ganadera y sirve como referencia de precios para la comercialización de hacienda en todo el país atraviesa sus horas más difíciles. Son horas plagadas de incertidumbre respecto de su futuro.
Desde las casas consignatarias que administran ese mercado desde los noventa contaron cómo se fueron dando las negociaciones que ponen al mercado en riesgo de desaparición.
El año pasado se firmó un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que los habilitaba a seguir funcionando al menos hasta el 31 de diciembre de este año. “En ese momento nos dijeron que, de no poder mudarnos por retrasos en las obras, no habría problemas para prorrogar la fecha de salida un tiempo más La cuestión es que luego dejaron de ´mostrar interés´ en el mercado. Hace mucho que trabajamos en el tema y nos encontramos en el punto de partida, con poca respuesta de los organismos oficiales”, dijo el consignatario Andrés Mendizábal (hijo), un tanto decepcionado con el sector político que dijo querer defender los intereses del sector agropecuario.
El consignatario relató cómo siguió la secuencia. “Se trabajó más de un año con las autoridades porteñas y las del ministerio de la Producción. Desde el Gobierno de la Ciudad nos consiguieron un primer terrero en el Mercado Central. Comenzamos los estudios correspondientes, pero luego nos pasaron a otro y finalmente a un tercero”.
Llegado ese momento, la intendenta de La Matanza, la kirchnerista Verónica Magario, interpuso un recurso de amparo para que el Mercado de Liniers no se mude a los terrenos del Mercado Central. Su argumento fue que en un sector de ese terreno había funcionado un centro de detención clandestina durante la dictadura (El Vesubio), por lo que era necesario preservar la zona.
La justicia aceptó el recurso de amparo y todo quedó en la nada.
Ni la Ciudad de Buenos Aires ni La Matanza quieren al Mercado de Hacienda. Entre tantas idas y vueltas, que no generaron más que pérdida de tiempo y dinero en estudios de obra y de medio ambiente, apareció otra posibilidad: la de mudar los corrales a otro municipio del conurbano.
El intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, ofreció un predio que aparece ahora como una nueva opción, aunque poner en marcha allí un mercado como el de Liniers implicaría realizar una serie de obras de infraestructura que demandarán un tiempo mucho mayor a la urgencia que impone la fecha límite, el 31 de diciembre de 2018, según el acuerdo firmado con los funcionarios porteños.
Como si todo esto fuera poco, entre los consignatarios se despertó otra la luz de alerta cuando trascendieron en Bichos de Campo las condiciones comerciales que establecería el nuevo protocolo sanitario que se negoció con China y que fue presentado por las autoridades como un gran avance, debido a que permitiría la colocación de carne con hueso y cortes frescos a ese destino.
Ver: ¿Muchachos, qué acordaron? Exportar carne a China sería más complicado que hablar mandarín
Mendizábal lo explicó de esta manera: “Por lo que sabemos, el protocolo impediría que las vacas pasen por mercados concentradores o remates feria, ya que se exigiría que permanezcan los últimos 90 días (antes de la faena) en el campo. Eso obliga a que la venta sea sólo en forma directa, lo que significaría varios perjuicios. Por un lado se pierde la referencia de precios que se generan en mercados concentradores donde se juntan la oferta y la demanda, con lo cual los exportadores van a poder fijar el valor con más comodidad. Por el otro, para Liniers sería un golpe muy duro, ya que cerca del 30% de la hacienda que se negocia allí son vacas”, explicó el consignatario al programa Mercadovisión que se emite por Canal Rural.
Ese recorte de los negocios sería letal para un mercado que supo concentrar cerca del 20% de la faena total y que hoy significa menos del 10%. Incluso hay algunos días, cómo los lunes, que los arribos a Liniers no superan las 500 y 600 cabezas.
Mientras los consignatarios temen la desaparición del Mercado, los funcionarios del Ministerio de Agroindustria anunciaron que pondrán en marcha el SIO Carne, un sistema de información electrónica similar a la que se implementó en la gestión kirchnerista para el comercio de granos. Pese a algunas fallas y cuestionamientos de los analistas, en el Sio Granos se intentan reflejar los valores de la venta de granos para consumo y exportación en sus diferentes modalidades.
Jesús Silveyra, el subsecretario de Mercados Agropecuarios, ya anunció que el Sio Carnes se pondrá en marcha el próximo 8 de marzo. Informará sobre los precios de todas las operaciones con ganado en el país (divididas por zonas y por categorías) y competirá con Liniers para determinar los precios de referencia para la hacienda vacuna.
Liniers podría perder así fuerza y sentido. Sin las referencias que surgen del mercado concentrador, dicen los que entienden del negocio, se perjudicaría a los productores, especialmente a los más chicos, que dejarían de tener un horizonte de precios y la posibilidad de que un intermediario les defienda la hacienda frente a varios compradores.
“Tanto el protocolo con China como los nuevos informes de precios que promueve el Gobierno y el poco interés que demuestra la Ciudad demuestran el poco interés que hay en avanzar con el traslado y funcionamiento del Mercado”, finalizó Mendizábal.