El urólogo Daniel Angeloni proviene de una familia de médicos (su padre y sus hermanos comparten la profesión) y desde siempre fue un apasionado del campo. Actualmente está a cargo de Cabaña La Negrita, ubicada a unos 30 kilómetros de Posadas, en la provincia de Misiones.
“Mi papá compró este campo de 400 hectáreas en 1967, así que acá pasé mi infancia con mis hermanos hasta los quince años. Ambos hicimos nuestras carreras médicas en el nordeste y luego nuestra residencia en el Hospital de Clínicas, siempre muy metidos en nuestra profesión”, relató Angeloni en diálogo con Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa a Daniel Angeloni:
Su papá arrendó el campo a terceros por mucho tiempo. “Estaba enamorado del campo, con lo cual le propuse a mi padre retomar la actividad en 2016”, declaró el médico, quien logró entusiasmar también a su esposa e hijos.
“Así fue que empezamos con las vacas. A quienes arrendaban el campo les compramos un lote de 80 vacas cebú en abril de 2016 y luego adquirimos los primeros Brangus y Braford. No teníamos una determinada preferencia de raza, con lo cual hicimos la modalidad de experimentar con todas”, agregó.
Pero Angeloni no tiene sólo bovinos en La Negrit,a sino también ovinos, actividad que le agradece a Gabriel Montiel, otro cabañero de la zona que tiene un entusiasmo superlativo por el ovino y quien desde hace un tiempo largo insiste con la idea de desarrollar un circuito comercial con esa carne en Misiones.
A su vez, Angeloni, conocedor de sus limitaciones como cabañero, decidió convocar a tres asesores que trabajan con él codo a codo para llevar adelante la iniciativa. Desde hace cuatro años lo acompaña Martín Helbig en la actividad bovina, el venezolano Alexis Ferrer en ovinos y Edilberto, un biólogo cubano que está haciendo un banco de proteínas en el campo. “Tuve mucha suerte en encontrarlos. Uno no está solo en el mundo. Hay mucha gente que puede aportar conocimientos”, remarcó.
“Yo soy médico y no estoy obligado a saber sobre cuestiones agropecuarias. Una vaca es un capital y si a uno le va mal eso se paga caro. Buscar asesoramiento tiene un costo, pero luego se ve reflejado en la producción”, agregó.
En cuanto a las limitaciones para llevar a cabo la ganadería en una provincia con producción deficitaria de carne y más conocida por su acervo yerbatero, Angeloni indicó que en los últimos años la provincia logró aumentar el stock de bovinos. “No es un ‘boom’ en cuanto a negocio, pero siendo constante y ajustando costos, se puede llevar adelante la empresa”.
Acerca de sus logros como ganadero, Angeloni comentó que “hemos ganado cierto prestigio y estamos yendo a los remates. La gente reconoce nuestro esfuerzo. Agarrar el campo y llevarlo adelante implica riesgos. Me hubiera gustado que mis padres estuvieran vivos porque ellos hicieron todo esto. Nosotros sólo tenemos el mérito de haber puesto a girar la rueda”.