En el mundo, debido a factores tanto intrínsecos del mercado agrícola como de los problemas derivados del conflicto ruso-ucraniano, los valores del maíz siguen muy firmes.
Pero en la Argentina, increíblemente, los valores de exportación del maíz vienen cayendo y esa situación, obviamente, se traslada a los valores que reciben los productores.
Eso sucede porque el registro de exportación de maíz argentino tanto viejo (2020/21) como nuevo (2021/22) está virtualmente cerrado porque –tal como sucede en el caso del trigo– ya se cubrió el 90% de la cuota autorizada en ambos casos.
Adicionalmente, el Ministerio de Agricultura argentino, que determina diariamente los precios FOB oficiales a partir de los cuales se liquidan las operaciones de comercio exterior agrícolas (y por ende también los derechos de exportación), viene –a contramano del mercado internacional– bajando los valores del maíz.
Entonces: mercado de exportación virtualmente cerrado + precios FOB en descenso en un mercado global firme, solamente pueden estar indicando una cosa: el maíz argentino está de “súper oferta” para los usuarios internos del cereal.
Además de los factores propios de la plaza agrícola, donde la oferta mundial del cereal en 2021/22 será menor a la esperada por fallas productivas en Sudamérica, el conflicto presente en el Mar Negro entre Rusia y Ucrania agrega más “leña al fuego” en un mercado ya de por sí más que nervioso.
Pero nada de eso debe preocupar a los consumidores de maíz argentinos, quienes, gracias a la “promoción” instrumentada por el gobierno nacional, pueden comprar maíz a “precios cuidados”. No dejen de aprovechar esta inmejorable oferta.
Flojísimos rindes de los maíces tempranos que no pudieron escapar del impacto de La Niña