Mucho suele decirse sobre los efectos adversos de los agroquímicos empleados en la producción agropecuaria tienen sobre el medio ambiente y la salud de las personas. Pero lo cierto es que se cuenta con poca información certera y muchos de los datos que se consultan a diario provienen de distintas muestreos y análisis realizadas en distintos momentos y con diferentes metodologías, y que no se encuentran ordenados y protocolizados.
En ese marco y con el objetivo de llevar un poco de certeza a los estudios de campo, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe participarán de un proyecto interinstitucional junto al INTA y al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, para detectar qué agroquímicos son utilizados a diario y medir su impacto real en el ambiente. El fin último es que la información recolectada sirva luego para gestionar políticas públicas.
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“Con el objetivo de realizar una evaluación espacio-temporal de los niveles de agroquímicos en suelos, agua superficial, sedimentos y biota, en diferentes escenarios agroproductivos de la región, se pone en marcha un proyecto que nos brindará información estandarizada sobre los actuales niveles ambientales de agroquímicos”, explicó Silvia Fanny Martens, especialista del INTA Tandil y representante del INTA en el equipo de gestión.
La iniciativa será financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mediante la línea de Proyectos Interinstitucionales en Temas Estratégicos (PITEs). La partida presupuestaria será de 15.262.500 pesos y se contará con la participación de 16 profesionales de las Estaciones Experimentales Agropecuarias del INTA (Paraná, Balcarce, Pergamino y Oliveros); el Conicet y las universidades nacionales de Mar del Plata (UNMdPla) -que coordina este proyecto-, San Martín (UNSAM), Buenos Aires (UBA), Córdoba (UNC), Río Cuarto (UNRC), del Litoral (UNL Santa Fe), La Plata (UNLP) y Rosario (UNR).
“Para la realización del estudio se contemplarán tanto sistemas extensivos como intensivos, la temporalidad de aplicación, las características ambientales propias de las zonas, y los efectos sobre organismos que forman parte de los ecosistemas terrestres y acuáticos”, señaló Martens, coordinador de la Plataforma de Gestión de fitosanitarios de INTA.
Por su parte Carolina Sasa, especialista del INTA Paraná señaló que “los plaguicidas utilizados para controlar adversidades en la producción agropecuaria, debido a los procesos de erosión y transporte principalmente por escorrentía, infiltración o deriva aérea, pueden alcanzar cuerpos de agua superficiales, adsorberse a sedimentos e ingresar a diferentes niveles tróficos”.
En este sentido agregó: “Resulta fundamental generar información ordenada y protocolizada, y obtenida de manera sincrónica sobre niveles de agroquímicos en cuencas de la principal región productora agrícola de nuestro país”.