El presidente Alberto Fernández finalizó este lunes su participación en la Cumbre del G7, realizada en Alemania, en donde expuso en las dos sesiones plenarias que tuvo el foro internacional, además de mantener encuentros bilaterales con líderes mundiales.
Durante la primera reunión plenaria del foro, el presidente argentino abogó por “la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo”, al tiempo que resaltó la “necesidad de impulsar el diálogo entre las partes involucradas” en el conflicto ruso-ucraniano para alcanzar “una paz duradera, resistente y sólida”.
En la segunda reunión plenaria del foro, Fernández instó a los líderes del mundo a no “ver impávidos cómo la riqueza se concentra en pocas corporaciones mientras la pobreza se distribuye entre millones de personas”. Y precisó que “atender a los pueblos sometidos a la crueldad de las privaciones alimentarias es un imperativo ético”.
En su mensaje, el presidente aseguró que “frente a esa situación es necesario evitar las barreras proteccionistas y para arancelarias para la comercialización de alimentos”, sin advertir, acaso, que los cupos de exportación de cereales y carne vacuna vigentes en la Argentina podrían estar comprendidos en esas categorías.
“En este contexto, los países centrales han podido continuar con sus importaciones a pesar del desquicio que se vive. Los países periféricos, en cambio, importamos menos porque se redujo nuestra capacidad de pago”, añadió Fernández.
El Instituto de Estadísticas y Censos de la Argentina (Indec) cuenta con un equipo de matemáticos especializados en estadística que, entre otras tareas, se encarga de calcular los términos de intercambio, una metodología –creada por el economista argentino Raúl Federico Prébisch– que mide la evolución relativa del precio de lo que exporta un país respecto de lo que importa.
El último informe mensual de Intercambio Comercial Argentino publicado por el Indec señala que en los primeros cinco meses de 2022 el saldo de la balanza comercial fue superavitario en 3196 millones de dólares y que “si en este período se hubiesen registrado los precios de igual lapso de 2021, el saldo comercial habría tenido un superávit de 1649 millones de dólares”.
“Bajo este supuesto, y ante el incremento del índice de precios de las exportaciones (+22,6%) por encima del ìndice de precios de las importaciones (+18,3%), el país registró una ganancia en los términos del intercambio de 1053 millones de dólares”, indica el informe.
Es decir, a pesar de lo afirmado por Alberto Fernández, la capacidad de pago de la Argentina se incrementó en el nuevo contexto internacional porque los precios de lo que exporta el país crecieron más respecto de los bienes que importa.
En ese marco, en los primeros cinco meses de 2022 las importaciones de bienes realizadas por la Argentina sumaron 32.722 millones de dólares, una cifra 44,2% superior a la del mismo lapso de 2021, al tiempo que las exportaciones fueron de 35.917 millones, una cifra 26,6% mayor.