En el norte de Entre Ríos donde se desarrolla la actividad citrícola, aparecieron nuevos casos de una temible enfermedad, el HLB, que llegó al país hace pocos años y genera fuertes perjuicios económicos a los productores. A las plantas que tardan años en entrar en producción, cuando enferman se las debe levantar de raíz.
La situación se suma a los demás problemas que ya trae la producción de naranjas y mandarinas que caracterizan esa zona y el sur de Corrientes. Ariel “Chirola” Panozzo, el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos, resumió el estado de situación: “El panorama de sequía es preocupante, no se esperan casi lluvias de acá hasta abril, el panorama de exportaciones también es incierto y tenemos un dólar inquieto sin saber cuál es el techo y comprando insumos a dólar blue”.
Como si fuera poco el HLB se desparrama sobre el macizo citrícola. En los últimos meses la enfermedad apareció en una zona nueva, en Chajarí, en el norte de Entre Río. Según el comunicado del gobierno provincial esto obligó a controlar un total de 1500 hectáreas en ese departamento y también en Concordia y Federación.
Escuchá la entrevista con Arial Panozzo Galmarello:
Panozzo explicó por qué preocupa tanto la difusión de este problema sanitario. En primer lugar se refirió a la actitud imprudente de algunos citricultores: “Hay productores que descreen de la enfermedad, que creen que se la puede combatir, que no es tan grave. Por eso estamos haciendo el esfuerzo para que tomen conciencia”, denunció.
Además hay problemas de financiación de los organismos públicos nacionales que deben intervenir en el asunto, en especial Senasa e INTA. Deben colaborar con el control de estos problemas, pero casi no tienen dinero.
“El programa de HLB del Senasa cuenta con pocos recursos y eso nos tiene preocupados. Se necesita de un trabajo más articulado, la Federación del Citrus y el gobierno de la provincia tenemos un convenio marco para monitorear pero necesitamos que Senasa cuente con recursos para trabajar”, explicó Ariel.
Según señaló, el año pasado no se aprobó el presupuesto para este programa. Ahora hay expectativas de que se cumpla con la promesa oficial de destinar 1.300 millones de pesos para 2021.
“INTA y Senasa se encuentran sin recursos para saber si las muestras que uno levanta son positivas. Hasta el mismo INTA está desfinanciado. Y eso también es grave porque cuando las instituciones nacionales deben acompañar y no cuentan con recursos, qué podemos esperar de la parte privada”, dijo el dirigente citrícola.
Panozzo concluyó: “Esperemos que eso cambie para tener en el más corto tiempo posible los resultados de muestras. Algunas las levantamos en agosto y recién ahora nos mandaron los resultados. Un mes y medio de atraso es mucho”, sostuvo.