Por Nicolás Razzetti.-
El viernes pasado en la Expo Chacra NOA, el Senasa informó que esta semana realizará un relevamiento de toda la región con el objetivo de tener un mejor análisis de la situación en Tucumán, Salta y Jujuy respecto del HLB (huanglongbing).
Se trata de una enfermedad de los cítricos que obliga a la erradicación de las plantas infestadas debido a su rápida difusión y por los daños que ocasiona en la producción. El HLB tiene fuerte presencia en países vecinos y podría generar serias pérdidas económica en una importante producción regional.
Las tres provincias mencionadas están libres de la enfermedad y de su insecto vector, la chicharrita, pero hay fuerte preocupación por su difusión ya que las últimas noticias no son positivas. En efecto, el Senasa acaba de informar que debió erradicar una nueva planta de naranja agria en un terreno baldío de la capital de Formosa donde ya se habían detectado otros casos. También apareció una planta con síntomas de HLB en La Banda, Santiago del Estero, a pocos kilómetros de Tucumán, donde se radica el polo limonero más importante del país.
Juan Pablo Karnatz, dirigente de CRA y productor santiagueño, alertó sobre este problema sanitario. Según Karnatz, el Senasa prometió mayores controles en las rutas sobre la fruta que entra en forma ilegal de los países limítrofes.
“En lugar de colocar puestos de control fijos los harían itinerantes, volantes, para que quienes comercializan fruta de manera informal puedan ser sorprendidos y no tengan como evadirlos”, explicó. Además, reclamó contorles más rígidos y eficientes que impidan el ingreso de frutas cítricas al país.
En Tucumán hay temor porque se trata de: “una enfermedad complicada ya que demora dos años en expresar sus síntomas”, según explicó Roberto Palomo, productor y directivo de Apronor. “Se están poniendo trampas con feromonas por todos lados para combatir al insecto, que llegó a Santiago del Estero. Nosotros estamos a 150 de dónde se lo encontró, y podría estar también en esta provincia aunque no se haya manifestado aún”, reconoció.
Palomo fue uno de los dirigentes que se reunió días atrás con el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile. Según contó, les “anunciaron 100 millones de pesos para montar barreras fijas para el combate del HLB”.
Los daños que podría causar el HLB en la región son cuantiosos. El Instituto Interamericano para la Cooperación Agrícola (IICA) publicó un informe en el que mide los posibles daños productivos y económicos de esa enfermedad:
- La disminución en producción podría alcanzar 1,2 millones de toneladas.
- La caída en las exportaciones podría ascender a 287 millones de dólares y 137 millones para los productos procesados.
- Los consumidores podrían enfrentar subas de precios significativas.
- El empleo podría verse afectado, perdiéndose entre 11 mil y 36 mil puestos de trabajo.
- En el caso de que la enfermedad afecte solamente a los cítricos dulces (por razones geográficas), las variaciones igualmente serían de importancia:
- Caída de 374 mil toneladas en la producción de naranja, 160 mil de mandarina y 48 mil de pomelo.
- Las exportaciones retrocederían en 160 millones de dólares.
- El impacto sobre el empleo es de importancia y no muy inferior al caso en que se incluye el limón, entre 9.894 y 30.765 puestos de trabajo.
- El producto bruto para toda la economía descendería en 5 mil millones de pesos.
- La balanza comercial se afectaría en 1.213 millones de pesos, o 261 millones de dólares.
En ese documento se destaca que “el costo operativo incremental, medido en términos monetarios, del Programa Nacional de Prevención del HLB en el SENASA es significativamente menor que las pérdidas que se ocasionarían por la enfermedad, incluso en el más favorable de los tres escenarios planteados”.