Finalmente el gobierno nacional decidió intervenir el conflicto aceitero que había paralizado la actividad en la industria oleaginosa argentina desde el martes de la semana pasada.
Este lunes dictó por un período de quince días la conciliación obligatoria a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA).
De esa manera, en el transcurso de hoy lunes debería retomarse la actividad en las fábricas aceiteras de Bunge en Puerto Gral. San Martín, San Jerónimo y Ramallo; Cargill en Alvear y Puerto Gral. San Martín; Cofco en Timbués y Puerto Gral. San Martín; LDC en Timbués y Gral. Lagos; Terminal 6 en Puerto Gral. San Martín y Vicentin y Molinos Agro en San Lorenzo.
COAceiteros“La industria aceitera decidió solicitar la conciliación obligatoria frente a la imposibilidad de lograr recuperar el diálogo con los líderes sindicales y la negativa a permitir a los trabajadores ingresar en las plantas para retornar al normal desarrollo de las actividades”, señaló este lunes la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) por medio de un comunicad.
La entidad además remarcó que el paro sorpresivo “ya ha generado enormes daños económicos a transportistas de granos que quedaron varados o que no pudieron realizar sus viajes a puertos debido a la imprevista y meditada decisión de decretar un paro sin aviso previo”.
“Recordemos que las demandas salariales de tener un ingreso superior a la inflación ya han sido atendidas por la industria, que ofreció un 12% de aumento al mes de julio y un 5% para septiembre, llevando el total al 107% anual y con un salario mínimo conformado superior a los 2,0 millones de pesos, así como un salario promedio superior a los 3,0 millones de pesos”, apuntó Ciara.
“Es el momento de lograr acuerdos salariales y dejar de lado aspiraciones o cuestionamientos de políticas públicas que exceden el marco de la paritaria”, solicitó.