La semana pasada, mediante una resolución firmada por el secretario de Alimentos de Agroindustria, Andrés Murchison, el gobierno nacional fijo una suerte de plan de acción que apunta al desarrollo de los “biomateriales” y “bioproductos” en la Argentina.
¿De qué se trata? Explica el propio Plan de Acción anexado a la Resolución 33/2019 que “los avances tecnológicos están permitiendo a la agroindustria comenzar a sustituir ciertos materiales que hasta el momento se fabricaban a partir de petróleo, productos de minería y otras fuentes no renovables, por alternativas obtenidas a partir de materia prima agroindustrial renovable”. Bueno, lo que se fijó ahora es una agenda para impulsar ese proceso con políticas públicas.
Todo arrancó con una resolución previa del 24 de abril de 2018 que creó en el ámbito de la Secretaría de Agroindustria la Comisión Nacional Asesora de Biomateriales (Cobiomat), “cuya primera actividad sustantiva ha sido la elaboración del presente plan de acción”, se indicó. Para hacerlo, contó con la cooperación de la Dirección de Biotecnología.
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Luego de apuntar las dificultades que enfrenta el desarrollo de este tipo de insumos de origen agropecuario en la Argentina, el plan de acción enumeró una serie de acciones por desarrollar desde la órbita estatal. Se propone, por ejemplo:
- Generar un plan de trabajo específico con Unidades de Vinculación Tecnológica.
- Promover la fabricación de filamentos para impresoras 3D con biomateriales regionales como caso testigo.
- Promover herramientas de financiamiento de I+D+I específicas para biomateriales.
- Realizar análisis de disponibilidad de biomasa aprovechable (consistente en residuos y excedentes).
- Reducir aranceles para la importación de maquinarias e insumos clave.
- Impulsar un proyecto de ley de reducción del IVA a los bioproductos descartables por tres años.
- Lanzar una plataforma electrónica abierta donde se publiquen productos, insumos, servicios, oportunidades de inversión, instituciones, etcétera, que además sirva como plataforma de diálogo entre actores
“La vasta producción agropecuaria nacional ofrece ventajas competitivas y comparativas favorables para conformar toda una nueva cadena de valor agroindustrial, que va desde la producción de nuevos biomateriales hasta su incorporación en la fabricación de bioproductos innovadores en su diseño industrial”, explica el flamante plan de acción, que ahora enfrenta el duro camino de pasar del dicho al hecho.
Como ejemplo de biomateriales a impulsar, La Cobiomat citó ciertos “insumos semi-industrializados”, como el almidón, o los “residuos agroindustriales”, como las cáscaras de granos.
“El sector empresarial e industrial ya ha comenzado a explorar las aplicaciones y la comercialización de biomateriales y bioproductos de forma incipiente, absorbiendo tanto tecnologías nacionales como las desarrolladas en el exterior, especialmente de Asia”, se advirtió en el plan de acción.