En cualquier producción audiovisual están involucradas más personas, empresas e instituciones que los actores que están ante la cámara. Son, en algunos casos, equipos de cientos de personas que, cada uno en su papel y responsabilidad, trabajan como un engranaje perfecto para que el resultado final sea el que se ve en pantalla.
Los créditos de una película son precisamente ese gran listado de nombres que aparece generalmente al final de un filme y en el que se identifican todas las personas, empresas o instituciones que han tenido algo que ver con la producción. Se trata, además de un requisito informativo, una cuestión de respecto hacia todos los involucrados.
La Secretaría de Comercio Interior –a cargo de Roberto Feletti– está dando los pasos finales para poner en marcha el “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino” que tiene como propósito subsidiar el precio de la harina de trigo destinada a elaboración de productos panificados artesanales e industriales.
El instrumento, gestionado a través de un fideicomiso, se alimentará con aportes provenientes de una alícuota de dos puntos porcentuales de derechos de exportación aplicados sobre las ventas externas de harina y aceite de soja, además de un punto porcentual sobre las colocaciones de biodiésel (que en la Argentina se elabora con aceite de soja).
Es decir: los fondos para financiar al fideicomiso que, a su vez, va a subsidiar a los molinos harineros provendrá del bolsillo de los productores argentinos de soja.
A pesar de eso, la Secretaría de Comercio Interior dispuso que todas las bolsas de harina que reciban aportes del Fondo Estabilizador deberán estar identificadas como “subsidiadas por el Estado Nacional”, como si los recursos en cuestión provinieran de fondos públicos –aunque mas no sea dándole a la máquina de imprimir pesos– en lugar de empresas agrícolas.
Al tratarse de un instrumento que específicamente está diseñado para quitar recursos de un sector para transferirlo a otro, el hecho de atribuirse como propia una asignación aportada por un tercero representa un acto oprobioso.