El gobierno nacional procedió a desregular el mercado de vacunas contra la aftosa para terminar con un cuasi monopolio que se extendió por más de dos décadas y propiciar así una mayor competencia en un mercado cautivo.
“Se tomó la decisión de modificar la dosis de la vacuna aftosa para ganado bovino, para que pase de tetravalente a bivalente; se trata de un beneficio para 200.000 productores ganaderos, que no van a depender del pedido de un solo laboratorio, sino de múltiples, que le van a ofrecer la vacuna y ahorrar para tener un costo muchísimo menor”, indicó hoy el vocero presidencial Manuel Adorni.
La medida anunciada este martes, que contribuiría a reducir el costo de las inoculaciones obligatorias contra la aftosa, surgió a partir de un artículo publicado el pasado 12 de marzo por Bichos de Campo, en el cual se expuso un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la SRA relativo a la enorme disparidad de precios de las vacunas existente en la Argentina versus el resto de os países del Mercosur.
A raíz de esa nota, el diputado nacional Martín Ardohain reclamó al gobierno que autorice la importación de vacunas para “posibilitar la competencia y terminar con el monopolio comercial de unos pocos privilegiados”, en referencia a Biogénesis Bagó. Posteriormente, la Mesa de Enlace Agropecuaria pidió revisar el asunto.
La siguiente “movida” provino del sector privado: la empresa argentina Tecnovax ofreció al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) importar 15 millones de vacunas contra la aftosa a mitad del precio que el producto colocado por Biogénesis Bagó.
Para concretar eso resultaba indispensable que el Senasa habilite la importación de vacunas bivalentes con las cepas A24 y la O1 Campos, que es precisamente lo que acaba de anunciar Adorni.
La decisión, que ahora tendrá que ser formalmente instrumentada por las autoridades del Senasa para que Tecnovax –entre otros posibles participantes– pueda importar vacunas, debería contribuir a reducir el costo de las inoculaciones en el marco de la campaña obligatoria de vacunación contra la enfermedad.
El negocio de las vacunas está en su mayor parte concentrado en manos de Biogénesis Bagó, mientras que una porción minoritaria del mercado es gestionada por el Centro de Diagnóstico Veterinario (CDV), el cual produce parte de los lotes en sociedad con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).