La firma Sucesores de Atilio Carinelli se quedó con el primer lote de girasol de la campaña 2018/19. En un remate que debió mudarse de su lugar original y que finalmente se realizó este jueves en Rosario, la corredora se hizo de este primicia pagando unos 13 mil pesos por tonelada.
Habrá que recordar este remate. Quizás sea el único momento de esta campaña agrícola en el que los precios del girasol superen a los de la soja. De hecho, en las operaciones cotidianas el cultivo que inspiró a Van Gogh se pagaba a unos 8.700 pesos por tonelada, unos 600 pesos por debajo del poroto que domina la agricultura argentina.
Históricamente siempre era al revés, pues el aceite de girasol es de mayor calidad que el de la soja y por lo tanto el cultivo tenía un mayor valor. Pero la falta de un mercado más transparente, según denuncian los productores, ha desencadenado en esta importante distorsión. La soja, en cambio, forma su precio local en base a un mercado internacional, el de Chicago, en el que intervienen miles de operadores.
Los más irritados por esta situación han sido hasta ahora los productores del Chaco, que esta campaña se volcaron masivamente al girasol con la promesa -al momento de la siembra- de que iban a cobrar unos 280 dólares por tonelada. Pero llegó la cosecha y los precios habían caído a 220 dólares. El productor Martín Cantero hizo la comparación de cómo impactó esto en los balances de un productor promedio. Con el precio final el margen bruto no llegaba a 1 dólar por hectárea. La rentabilidad era de 0,20%.
El malhumor que los productores del Chaco mostraron desde el principio d la campaña por la eterna distorsión del mercado local de girasol (donde unas pocas empresas concentran el grueso de la demanda), más el drama de las inundaciones en las provincias del norte, que malograron una parte importante de la superficie implantada, provocaron la suspensión de este primer remate de girasol en la Bolsa de Cereales del Chaco, como estaba previsto originalmente.
En reemplazo de aquel acto se realizó el remate de jueves en la Bolsa de Comercio de Rosario. La que salió a subasta fue una carga primicia llegada de la localidad chaqueña de Campo Largo, propiedad del productor Juan Antonio Karuza. Y como dijimos, solo en esta ocasión el valro superó al de la soja, con 13.000 pesos por tonelada.
Claro que es una ironía. En este tipo de subastas de inicio de campaña, cualquiera sea el cultivo, se simula una puja entre los compradores y los precios pagados por el primer lote son muy superiores a los valores reales del mercado. Pero se trata de una postal que no refleja lo que realmente sucede en el mercado.
Esta fue la segunda edición del Remate, impulsado por las Bolsas Comercio del Chaco, Santa Fe, Rosario y la de Cereales de Entre Ríos. También por la entidad de cadena ASAGIR, que este año fue muy criticada por los productores del Chaco por promover las siembras augurando un precio mucho mayor del que finalmente cobraron.
La BCR aclaró que la mudanza del remate a Rosario fue empujado por las inclemencias climáticas que azotaron amplias zona del norte santafesino. Chaco y Santiago del Estero. “Los amigos de la Bolsa chaqueña nos comentaron que no había ánimo de hacer el Remate, pero desde la BCR inmediatamente nos pusimos a disposición junto con las Bolsas de Santa Fe y Entre Ríos para darle continuidad a este evento, que apunta a convertirse en un clásico”, destacó Raúl Meroi, vicepresidente de la bolsa rosarina.