El ex Ministerio de Agroindustria hará este lunes a la tarde un anuncio que ya recibe críticas antes de concretarse, la creación de un mercado de futuros para la leche cruda. El ahora secretario Luis Miguel Etchevehere y su jefe de Gabinete, Santiago del Solar, flanquearán al director nacional de Lechería, Alejandro Sammartino, para dar una señal de apoyo a esta nueva herramienta destinada a modernizar la comercialización de leche en el país. Por cierto, no es la que la mayoría de los productores reclaman.
El futuro llegó hace rato: las cosas ahora se conocen y se critican antes de que se concreten.
¿Cómo funcionará este mercado? El sitio Valor Soja adelantó que “el nuevo instrumento de cobertura –diseñado a partir de una iniciativa liderada por el Dirección Nacional Láctea– será equivalente a 5000 litros de leche y el valor se liquidará, una vez vencida la posición, con el precio promedio ponderado publicado mensualmente por la Secretaría de Agroindustria”.
“El valor de ajuste será el determinado a partir de los datos resultantes del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea), el cual se calcula actualmente a partir de los datos provistos por 310 empresas lácteas argentinas (el último valor publicado de 7,92 $/litro corresponde a septiembre de 2018)”, añadió el informe.
Valor Soja aclaró que este futuro de leche no tendrá, como sucede en el caso de los granos en el Matba, el compromiso de entrega del producto negociado, lo que implica que las posiciones se liquidarán por diferencias de precio. Así, solo servirán como una cobertura y no como fuente de suministro. “La herramienta está diseñada para brindar mayor certeza a industrias lácteas y de alimentos que emplean leche como insumo, exportadores de leche en polvo y cadenas de supermercados que comercialicen leche fluida con marca propia”, resumió.
El anuncio de este mercado de futuros, que será acompañado por directivos del Rofex y el Matba, y por funcionarios de la Comisión Nacional de Valores (CNV), lejos parece de poder calmar a los dirigentes del sector lechero que reclaman desde hace años que se cree un mercado institucionalizado no para la leche que se va a ordeñar varios meses por delante sino la “disponible” en el momento.
Hoy, en rigor, el mercado de la leche parece cosa del pasado: los productores entregan la materia prima a una industria sin saber ni siquiera cuánto van a cobrar. Los valores se definen recién al siguiente mes siguiente y se cobran entre 45 y 60 días después de haber entregado la mercadería.
“Para los amigos que saben de mercados, pregunto: ¿Se puede armar un mercado de futuro de leche cruda cuando en el disponible no se cuenta con un estándar sobre el que se forma precio, no hay contratos formales y no hay arbitraje”, preguntó de inmediato el santafesino Eduardo García Maritano, uno de los referentes lecheros de CRA, planteando sus reservas sobre el funcionamiento del sistema. Lo hizo sin conocer los detalles. En medio de la crisis más grave de la lechería en muchos años, existe en un sector de productores un visible descrédito hacia las autoridades de la Dirección Nacional de Lechería.
Elementos para dudar de la eficacia de este tipo de medidas no escaséan. En junio pasado, el secretario Etchevehere presentó junto a Sammartino otra herramienta que se presentó como la llave para generar transparencia y competitividad en los negocios con leche cruda: se trataba de una plataforma de Internet que iba a llamarse “Mercado Lácteo” y que debia funcionar como una suerte de “Mercado Libre” para unir la oferta y la demanda.
“La misma se denomina Mercado Lácteo, se accede a través del SIGLeA y tiene como objetivo fomentar las transacciones comerciales basadas en criterios de calidad, logística, precio pagado, entre otras, permitiendo a cada una de las partes tomar decisiones en base a su estrategia de negocios”, indicaba la información oficial sobre esa iniciativa, que nunca llegó a concretarse.
El mercado a futuros de la leche, por otro lado, es una alternativa que viene evaluándose desde hace un par de décadas, y que incluso ya fue anunciada por el Rofex en 2010.