Una crisis de rentabilidad se vislumbra sobre la actividad agrícola argentina. Para la campaña 2024/25 a los productores les ha tocado un contexto complejo: altos costos, bajos precios de los granos, un contexto climático incierto y todo esto sin que la administración actual haya sacado las asfixiantes retenciones. En este escenario, el economista especializado en temas agrícolas David Miazzo no le ve muchas posibilidades a la agricultura argentina para ser rentable, al menos hasta el año 2026.
“Respecto a la agricultura, yo soy moderadamente pesimista porque estamos con una situación de precios internacionales que no son buenos. Por otro lado tenemos un tipo de cambio que afecta los costos en pesos, principalmente en fletes y labores porque son muy altos en dólares. Y a esto se suman las retenciones. La verdad es que la rentabilidad es mala. Va a ser mala esta campaña y, si nada cambia, va a ser mala la próxima campaña de nuevo”, dijo el Miazzo a Bichos de Campo.
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En este punto el analista, desde su porpia consultora Data Miazzo, si bien reconoce que no será la primera vez que el productor se lance a sembrar con números en rojo, entiende que la diferencia en esta oportunidad está en que la devaluación no los ayudará a mejorar la rentabilidad ni la inflación a disimular las pérdidas, como sucedió anteriormente.
“Otras veces se sembraba con números negativos esperando que la inflación y la devaluación de alguna manera licuara los créditos. Hoy esa situación, si todo sigue como parece, no va la vamos a tener. Hoy el productor no va a tener la parte financiera licuando sus problemas. No queda otra que esperar que venga un cisne blanco con los precios”, expresó Miazzo.
Al mismo tiempo el economista hizo referencia a la injerencia del clima. “A todo esto se le suma un clima que no nos termina de acompañar, que sigue complicado. Alguna lluvia viene pero no se puede decir que este año vamos a tener un clima excepcional. Así que creo que en general va a prevalecer esa posición más defensiva y no creo que cambie hasta el 2026″, insistió.
Si bien estas son las proyecciones -nada alentadoras para la agricultura-, Miazzo al menos se muestra más optimista con una posible recuperación de la ganadería. Por un lado, cree que es la gran oportunidad que tiene el productor de convertir los granos en kilos de carne. Pero particularmente apunta a un crecimiento del consumo interno, dada a la moderada desaceleración de la inflación que ayudara a los salarios a recuperar su capacidad de compra.
“Los granos, tienen precios de referencia internacional. En soja el 85% se exporta. De lo que se produce en trigo y maíz en un año normal el 65% también se exporta. Entonces son cadenas netamente exportadoras. Sin embargo, la ganadería es una cadena más orientada al mercado interno de la producción. El 70% queda y el 30% se exporta. Entonces en esa relación me importa un poquito más lo que le pasa al consumo, que lo que le pasa a la exportación”, explicó.
Y agregó. “Estamos en una situación de salarios que después de caer durante seis años empiezan a tomar la vuelta y empiezan levemente a ganarle a la inflación. Además a eso se le suma que empieza a haber algo de recuperación y tarde o temprano la recuperación económica, se traduce en un fortalecimiento del consumo que es una atracción de precios para toda la cadena. Entonces por eso soy un poquito más optimista en la ganadería”, precisó Miazzo.
–Según los productores se está vendiendo a precio atrasado respecto a la inflación, incluso hablan de un 40%. ¿Basás tu optimismo en que se recuperaría lo que se ha perdido dentro del mercado interno?- le preguntamos
-Si venís muy mal no te queda mucho que ser un poquito más optimista. Entonces cuando el consumo se fortalezca un poco, va a reaccionar al precio y va a recuperar parte de lo que perdió. Eso seguramente va a llegar en el verano, como casi todos los años. Tenemos una estacionaria muy clara que el precio de la carne se mueve en noviembre, diciembre o enero son los meses que más se mueve. Este año probablemente no sea la excepción. Y esto que estamos diciendo que se está empezando a dar vuelta de alguna manera se exprese en los precios hacia el verano.
-¿ Crees que se podría hacer algo desde los gobiernos para mejorar la situación?
–Mira, estas son grandes tendencias de lo macro y desde los gobiernos lo que se puede hacer es bajar retenciones, que a la carne por suerte ya le queda bastante menos. Sobre todo porque el consumo va a ser lo que va a traccionar. Las exportaciones van a estar más complicadas porque van comprar una hacienda cara en dólares con precios internacionales estabilizados. Entonces la exportación es la que pierde poder de compra.
Al respecto continuó explicando. “Cualquier cosa que ayude de alguna manera a la exportación va a terminar ayudando a toda la cadena. Cualquier cosa que ayude a la exportación, como puede ser retenciones, como pueden ser aperturas de mercados, negociación internacionales, va a ayudar. Después hay muchísimos temas pendientes hacia adentro de la cadena, como los estándares sanitario de los frigoríficos, la informalidad en la comercialización, la mejora de los indicadores productivos”.