Una triste imagen vuelve a repetirse por estos días en la provincia de Córdoba. El fuego retornó a las Sierras Grandes, particularmente en las inmediaciones del Parque Nacional Quebrada del Condorito, y provocó la pérdida de más de 6 mil hectáreas desde el viernes pasado, día en que se registró el primer foco.
Según dieron cuenta medios locales, todo comenzó con el incendio de un auto a orillas de la ruta de las Altas Cumbres, que se propagó por el viento, las altas temperaturas y la baja humedad.
Desde entonces trabajan en el lugar unas 200 personas, entre bomberos voluntarios, personal provincial y de Parques Nacionales, que de acuerdo con el secretario de Cambio Climático y Gestión de Riesgo de Córdoba, Roberto Schreiner, ya lograron controlar “más del 80% del foco”.
Esta historia, sin embargo, tiene otro trasfondo que se remonta a la creación del propio parque, allá por la década de 1990, cuyo objetivo fue el de preservar la población local de cóndores, que es la única por fuera de la Cordillera de los Andes.
Sucede que luego de su creación, los productores ganaderos locales -que en muchos casos se encuentran en la zona desde hace al menos 5 décadas- comenzaron a alertar por la nula gestión de las autoridades sobre ese territorio, que consideraron quedó “librado a su suerte”.
“Desde el vamos arranca como un proyecto fallido. Se expropiaron unas 36 mil hectáreas de la zona de Pampa de Achala, que pertenecían a 6 o 7 estancias, y se avanzó con el retiro tanto de los propietarios como de los animales. Incluso sacaron los techos de los antiguos puestos de las estancias para que no viviera nadie allí. En ese territorio llegaron a haber 60 mil ovejas y unos 7 mil a 8 mil bovinos. Los 100 a 120 cóndores que estaban censados se quedaron sin alimento para sobrevivir. Ese fue el primer fallido”, dijo a Bichos de Campo el productor Francisco Becerra, cuya familia se encuentra en la zona desde 1910.
“Los cóndores, que son la insignia del parque, hoy aparecen sobrevolando basurales de Tanti, de Cosquín, de Mina Clavero, de Nono, susceptibles a que los maten porque no están en su hábitat y no se saben desenvolver”, añadió el cordobés.
A ese panorama, los locales sumaron otro problema de gran consideración, que es el que vinculan con los sucesivos focos de incendio de los últimos años.
“Al sacar toda la herbivoría de las estancias, es decir a todos los animales que comían y pisoteaban la materia verde que se producía, la vegetación comenzó a acumularse. Se acumuló y se secó en forma sucesiva por 25 años. Se perdió el paso original y apareció una especie invasora, que es la paja del puerto, que ocupó todos los espacios. Hoy es un inmenso pajonal con solución de continuidad, es decir, sin espacios de pasto corto intermedio. El riesgo de esto se lo planteamos a todos los sucesivos intendentes y jefes de parques nacionales, junto a los propietarios de otras estancias, pero nunca fue atendido”, señaló Becerra.
Por años, los productores de la zona aplicaron las quemas controladas, que según el cordobés se hacían de manera consciente, luego de las lluvias y sobre pasturas verdes, con el fin de evitar la sobreacumulación de materia orgánica.
“Cuarenta años atrás, previo a las expropiaciones, con ese sistema de fuego no se quemaban más de 5 hectáreas. Con la Ley de Fuego ese se impidió, y ahora desde el viernes hasta acá tenemos entre 6 mil y 7 mil hectáreas quemadas. Alguna vez propuse hacer costillas en la sierra, de este a oeste, con productos químicos para hacer contrafuegos. El fuego puede ocurrir en la naturaleza, pero con esto se va cortando. Lamentablemente me trataron de terrorista ambiental, y hoy yo le digo a los biólogos que sus malas prácticas los transformaron a ellos en los terroristas ambientales”, afirmó el productor.
“En los últimos 15 años van más de 900 mil hectáreas quemadas. Todo lo que se quiso hacer para preservar la riqueza del monte, sean pastizales o animales, se ha terminando quemando. En ningún caso se ataca la causa. Se han acostumbrado a creer que la propiedad privada es de todos y lo que es de todos, como en el caso de los parques nacionales, termina siendo de nadie. Eso es lo que está ocurriendo”, lamentó a continuación.
Al momento de realizar esta entrevista, Francisco se encontraba viajando rumbo a la ciudad de Córdoba para conocer qué estrategias de control barajan las autoridades. En paralelo, el rodeo de animales que tiene en su campo, formado por llamas, ovejas y caballos, fue retirado de los potreros cercanos al fuego y se encuentran a resguardo.
El productor aseguró a Bichos de Campo que, lejos de menguar, el incendio va en aumento.