El francés Olivier Doncker reside en la Argentina desde hace varios años. Es licenciado en Administración de Empresas, dicta un posgrado en Comunicación Ambiental, y es el fundador y titular de la empresa Soleventus dedicada a la venta e instalación de sistemas de energías renovables, como también al asesoramiento en materia de eficiencia energética.
El experto relata que, inspirado en sistemas similares que se comercializan en Francia y España, ha creado el primer kit de América Latina, autoinstalable de modo sencillo, de paneles solares que se pueden trasladar adonde se quiera. Y afirma que no sólo se logra bajar el consumo individual y cuidar el medio ambiente de modo personal, sino que cuando mucha gente haga uso de este sistema, si lo medimos como comunidad, la misma alcanzará un alto grado de ahorro energético nacional y de cuidado del medio ambiente a nivel global.
La diferencia de este kit con los paneles solares tradicionales es que se necesita contar con energía de red, porque se enchufan a la misma, en cualquier toma-corriente. El equipo cuenta con un inversor de energía que mide constantemente el voltaje o “presión” de la corriente, ejerciendo mayor presión para que ingrese a la red (la inyecta) y en ese momento el hogar o la oficina, no utilicen la corriente eléctrica que le llega de la usina.
Doncker aclara que el sistema no cuenta con baterías que acumulen la energía solar, por ejemplo para disponer de la misma en los momentos en que no hay sol. Y el mismo no funciona en los casos que se corta la luz de red. Sostiene que tiene un bajo costo respecto de los sistemas convencionales y es ideal para el mundo rural –si es que llega la energía de red-, y para una oficina, sobre todo para los inquilinos, porque se lo pueden llevar cuando se mudan.
El producto por ahora se vende solo “on line”, pero pronto se lo podrá ver funcionando, en un local del barrio de Flores, en la Capital Federal.
Se trata de un kit de dos paneles solares que uno mismo puede instalar en cuestión de minutos, sin la ayuda de un profesional. Cuenta con un inversor de energía y un modem. Se colocan en la terraza, sobre el techo o en un patio y se conectan a la red en cualquier toma corriente de la casa o la oficina para inyectar electricidad (este sistema, enchufable, se conoce en el mundo como “plug and play”).
Olivier explica que el kit se entrega en una caja que pesa 25 kilos, con un manual para que uno mismo lo instale en tres pasos: “Primero instalás tu Kit SolBox sobre el piso, colgado en la pared o donde quieras, porque tiene unos anclajes de fácil montaje. Luego lo enchufás en el toma corriente. Y finalmente, la energía producida por SolBox alimenta los equipos que consumen todo el día”, detalla.
Además el kit incluye un modem wifi que permite ver la producción eléctrica generada por hora, día, mes y año, directamente en su teléfono móvil o en su computadora a través de una aplicación. El usuario posteriormente es asistido permanentemente con información en una página web de desarrollo propio, que permite compartir su producción eléctrica y su ubicación aproximada, y ver los consumos de los demás compradores de los kits, generando así una comunidad de productores independientes, de energías autosustentables. Esta comunidad tiene acceso a ciertos “tips” para ahorrar electricidad y algunos consejos para consumir mejor y reducir su impacto ambiental.
En cuanto al consumo que se ahorra, el licenciado francés señala que “el kit básico de 2 paneles produce el equivalente al consumo anual de 440 kwh/año, traducidos por ejemplo, en los siguientes aparatos: unos 150 kwh de una heladera, más 75 kwh de 5 lámparas, más 120 kwh de una computadora portátil, más 95 kwh de un router”.
De este modo, el “kit permite ahorrar entre el 15% y el 30% del consumo anual de la casa, según el modelo elegido, de 2 o 4 paneles”.
Doncker brinda más detalles: “El kit básico aporta poca potencia, son 2 paneles de 160 watts cada uno, que por día van a producir entre 1200 y 1800 watts, según la época del año, un 15% del consumo del hogar. Pero se pueden agregar 2 paneles más, llegando a cubrir el 30%, y sumando otro micro inversor, puede agregar 2 paneles más”.
¿Y es muy caro este chiche? “Comparado con una instalación tradicional que cubre el 80% o 90%, la misma cuesta 15.000 dólares, cuando nuestro kit básico cuesta 1.210 dólares oficiales. Por eso es que ideé un sistema más accesible a la mayoría de las personas, que sea un primer acceso más económico para avanzar en el consumo de energías renovables, además de generar conciencia y educación ambiental para estar más preparados frente al cambio climático”, asegura el especialista.
Doncker, además tiene un perfil de compromiso social por el que ha desarrollado cursos para instaladores de termotanques solares como vía de inserción laboral, y trabaja desde 2021 en la difusión de la problemática del cambio climático y como coordinador del Mural del Clima para la Argentina, un taller que de modo lúdico, explica el origen antropogénico del cambio climático.
El responsable de Solventus comenta que en nuestro país la electricidad está subsidiada, y los argentinos pagamos muy barato ese servicio, respecto de los valores internacionales. “En Capital Federal pagamos unos 7 pesos el kilowatt, pero en muchos lugares de este país se llega a pagar la luz 10 veces más cara que en la Capital Federal y poco a poco vemos cómo se irán retirando los subsidios. Nuestro kit es una apuesta a futuro y tenemos otro objetivo más, que consiste en ofrecer una alternativa para reducir los picos de consumo eléctrico”, afirma.
Pero el francés dice que va por más y anuncia que “pronto vamos a ofrecer paneles solares ‘reutilizados’ o ‘reparados’, provenientes de parques solares que renuevan sus paneles y descartan los viejos. Así iremos creando un mercado secundario de paneles solares, e iremos ofreciendo una salida al principal descarte de la industria fotovoltaica, el panel solar, generando un empoderamiento de los consumidores, gracias a la construcción de una comunidad de productores independientes de energía”.