Nacido en la cordobesa Río Ceballos, Marcos Ligato es recordado por muchos como el corredor de rally que llegó a ser subcampeón del mundo en 2012, entre otras proezas como conductor. Pero años después, aquellos triunfos quedaron chiquitos frente a otra de sus hazañas: desde hace una década se hizo cargo de la conducción del frigorífico avícola FEPASA, ubicado en Concepción del Uruguay, salvándolo del choque seguro de una quiebra. En aquel momento hubo unos 320 puestos de trabajo en peligro. Ahora trabajan allí más de 600 personas.
Quizás como señal de respeto y agradecimiento por aquella carrera, muchísimos de los empleados de FEPASA y de vecinos de CdU (así le empezaron a decir a “la histórica”) se coparon en participar del último desafío generado por Ligato: como manera de festejar los 60 años de la avícola y los 242 años de la ciudad entrerriana que la alberga, al empresario se le ocurrió que sería lindo intentar batir el récord mundial de Guinness de la cantidad de pollos asados en el mundo.
Lo lograron el sábado y allí Bichos de Campo aprovechó para entrevistar al ex piloto:
-Tenés intacto ese espíritu de competencia. Si no, no sé te podría haber ocurrido esta idea de batir un récord Guinness…
-Es una idea loca. La empresa está cumpliendo 60 años y buscando el festejo tiramos ideas de qué se podía hacer. Yo tiré la del Guinness, nos pusimos en contacto, vimos que era viable, que era posible y nos embarcamos. Esto es un golpe de energía para la gente. El objetivo es batir un récord, pero se trata de una excusa para el festejo, la esencia está en esto, compartir.
Más allá de la anécdota, este evento demostró el grado de integración que existe entre la avicultura y una serie de localidades entrerrianas que tienen incubadoras, plantas de faena y granjas. Concepción es una de ellas, porque también están Colón, San José, Villa Elisa y muchas más. En el caso de FEPASA, aquella crisis casi terminal profundiza los sentimientos de pertenencia.
“Eso fue en septiembre. Van a ser 10 años que ya estamos al frente de la empresa y bueno, con todos los vaivenes que ha tenido Argentina, en estos últimos 10 años hemos trabajado muy bien para ir recuperando una empresa a la que le quedaban muy pocos días para ir a la quiebra”, recordó el corredor de rally.” Sorteando los cambios que tiene el país, hemos podido llevar adelante la empresa”, celebró.
-¿Y cuál te parece que fue, en clave deportiva, la clave de esta buena carrera?
-Lo que más valoré yo cuando llegué a la empresa era el equipo humano que tenía, el know-how, el conocimiento de hacer bien el trabajo, de hacer bien el proceso. La verdad es que un equipo humano me acompañó, creyó en mí desde el principio porque lo mío también era una locura. Confiaron y me apoyaron y gracias a ese gran apoyo pudimos sacar adelante la empresa.
“La empresa, cuando nosotros la agarramos tenía 370 trabajadores, había bajado mucho su dotación. Año a año fuimos incorporando más valor agregado o áreas en la empresa que nos han permitido crecer y hoy tenemos nosotros 630 empleados”, se alegró.
-¿Y cómo ves a la avicultura argentina hoy? El objetivo, me repiten todos, es exportar más, hay que pisar más firme en el mercado externo.
-El consumo interno está ya a tope, no creo que la gente vaya a consumir más pollo que consume o va a ser muy progresivo, por lo tanto el crecimiento sí o sí tiene que volcarse a la exportación.
-¿Y la ves fácil o difícil? ¿Está complicado con el tipo de cambio?
-Nosotros somos exportadores, sabemos cómo hacerlo, tenemos el producto. Pero tienen que favorecernos en algunos aspectos para que podamos ser competitivos. Se favoreció mucho a la importación en el arranque de este gobierno y no así a la exportación. Se quitaron un montón de aranceles de importación y nosotros seguimos pagando un Derecho de Exportación con un producto que tiene valor agregado. Son las cosas que necesitamos: que venga un cambio para que podamos ser competitivos con el mundo.