Durante varios meses, por lo menos entre diciembre y de abril pasado, el ex decano Fernando Vilella sufrió un grave problema de personalidad: él quería ser llamado (y se hacía llamar) como “secretario de Bioeconomía”, pero como la modificación del nombre y la estructura del organismo a su cargo se demoró, seguía siendo en realidad un simple y mediocre secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Ahora sucede a la inversa, en una demostración cabal del estropicio que se produce en el Estado cada vez que a un funcionario iluminado se le ocurre cambiar el nombre de su dependencia. El presidente Javier Milei confirmó con un decreto el despido de Fernando Vilella y designó en su lugar al productor y abogado Sergio Iraeta. Éste se siente “secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca”, pero como la transformación del nombre del organismo se demorará un poco más, por ahora seguirá siendo simplemente el “secretario de Bioeconomía”.
Todo esto hasta que un nuevo decreto presidencial vuelva las cosas a su lugar y Javier Milei desande el camino hacia la Bioeconomía que le propuso Vilella allá lejos y hace tiempo, y que el Presidente aceptó. Recién ese día Iraeta podrá ser formalmente lo que quiere ser: secretario de Agricultura. Por ahora lo es, pero de Bioeconomía.
El estropicio que hacen con el Estado es tal, que solo produce confusión. Colabora, como dijimos oportunamente en Bichos de Campo, con que se pierdan expedientes, se interrumpan las políticas públicas y se teja una madeja insufrible de idas y vueltas que solo colaboran con la falta de transparencia de la gestión.
Lo cierto es que en el Boletín Oficial se publicó este viernes el Decreto 638/2024, que oficializa la renuncia de Vilella y el ascenso de Iraeta como “secretario de Bioeconomía”. Habrá que esperar otro decreto que modifique la denominación del organismo que ya había cambiado de nombre hace apenas unos tres meses.
El decreto, firmado también por el ministro de Economía, Luis Caputo, otro de los responsables de estos desaguisados administrativos, es muy breve:
- Acepta, a partir del 10 de julio de 2024, la renuncia presentada por el ingeniero agrónomo Fernando Vilella al cargo de Secretario de Bioeconomía del Ministerio de Economía.
- También acepta la renuncia del abogado Sergio Iraeta al cargo de Subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, pero de inmediato lo designa en el cargo de “Secretario de Bioeconomía” del Ministerio de Economía.
- Adicionalmente designa, también a partir del 10 de julio, al ingeniero ambiental Manuel José Chiappe Berisso (pintó el segundo apellido) en el cargo que dejó vacante Iraeta, como Subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, también dentro de la Secretaría de Bioeconomía.
Entre Milei, Caputo, Vilella e Iraeta, el estropicio burocrático que han hecho en tan pocos meses es espantoso. Aún así, y a pesar de haber expulsado a Vilella de la administración pública de muy malos modos, el decreto conserva la cortesía y los dos primeros funcionarios agradecen a los dos segundos “los valiosos servicios prestados en el desempeño de sus cargos”.
Muy buen reportaje construido. Refleja una necesidad que parece, una vez más, que no llegara.un cambio de 180 grados del modelo hegemónicos que impone la generación de muy malos alimentos.
Soja sin proteínas. Maíz amarillo en ves de colorado duro tipo Flint. Trigos duros correctores con w encima de ,400, novillos pesados terminados a pasto. Pollos con masa muscular firme, tomates que tengan un gusto a tomate y no a agua. Y tantos otros alimentos cada ves más producidos artifialmente. Llenos de rastros de anabólicos, de cianidrico, de azufre, alimentos sin trazabilidad, sin denominaciones de origen .todo muy precario. Circunstancial, sin estrategia.