La sequía en el este santiagueño y en Chaco no da tregua. Más que las cifras, hay un dato que lo grafica con claridad: el departamento de Moreno, tercer productor a nivel nacional de maíz, tiene prácticamente todas sus hectáreas comprometidas y ya hay productores que aseguran haber perdido toda su cosecha.
Así lo señaló el presidente de la Sociedad Rural del Noreste, Marcelo Herasimchuk, tras ser consultado por Bichos de Campo. Un informe que publicó recientemente la entidad estima que en Santiago del Estero hay 1,8 millones de hectáreas en la categoría de sequía “alto”, y 3 millones de hectáreas en “severo”; es decir, un 93% del área total está en estado crítico.
El departamento de Moreno, junto a Alberdi, Copo, Figueroa y Juan Felipe Ibarra, fue uno de los más afectados. Sin ir más lejos, aseguró Herasimchuk, la ciudad cabecera, que es Quimilí, está entre las que menos precipitaciones recibieron en el último trimestre, junto a Monte Quemado.
Pero las pérdidas no son sólo de maíz y crece la preocupación por los efectos que tendrá el fenómeno en otros cultivos clave para la región, como lo son el algodón, los porotos y el sorgo. “Que llueva sería una gran noticia, pero hay campos que ya perdieron el 100% de lo sembrado”, expresó el referente. Zonas cercanas a Quimilí, como Otumpa y Aerolito, son las que más sienten los efectos de la crisis climática, que lleva varios años azotando a la región.
Si se le preguntaba a los productores por la campaña 2024/25 en noviembre, el panorama era radicalmente distinto. Es que, según detalla el informe realizado por la consultora Incaica, en ese mes las lluvias habían superado los 120 mm y estaban por encima del promedio, que es de 91 mm. Pero todo lo que llovió entre septiembre y diciembre, unos 251 mm, se echó por tierra en enero, febrero y marzo. En el último trimestre, sólo cayeron 186 mm, cuando el promedio es superior a los 400.
Tal es la gravedad de la situación que, de acuerdo con el estudio, esto es “solo comparable con la campaña 21-22”. En paralelo, las temperaturas extremas colaboraron para hacer la tormenta perfecta de sequía en la zona, pues hubo registros de hasta 47 grados y demasiados días consecutivos con temperaturas superiores a los 35 grados.
La crisis afecta particularmente al este santiagueño y a una importante porción de la provincia de Chaco, que acumuló un 89% de su superficie entre las categorías alto y severo. Entre las dos provincias, la cantidad de hectáreas afectadas asciende a 6,7 millones.
La razón, explicó Herasimchuk, es que “el fenómeno Niña afecta más al NEA, y a medida que llega hacia el oeste pierde parte de su efecto”. Incluso en algunas zonas del oeste santiagueño hay exceso de lluvias.
La tecnología utilizada en la medición, que trabaja con índice de masa verde y detecta las anomalías, le permitió al sector tener un primer panorama de cuán crítica es la situación. El departamento de Moreno está afectado en un 95% de su superficie, con más de 328.000 hectáreas con sequía alta y más de 667.000 en la categoría severa.
Mirá el informe completo acá:
Informe Sequia - Soc Rural - Incaica
De cara a las próximas cosechas, que comenzarían promediando mayo, desde la entidad rural confirmaron a Bichos de Campo que no saben qué esperar. “Hoy vemos hectáreas afectadas pero aún no podemos saber en qué magnitud y cuál será la pérdida económica”, destacó el referente, que aseguró que harán una segunda etapa del estudio cuando haya una mayor madurez en los cultivos.
La última vez que la provincia atravesó una situación similar, se había declarado la emergencia agropecuaria, pero esta vez el sector no confía en que esa sea la solución. “Es solo un gesto”, deslizó Herasimchuk, que prefiere hablar de herramientas financieras, como créditos en dólares a baja tasa, y de baja de retenciones. “El Estado Nacional se llevó 8 cosechas en 24 años”, lamentó.