Terminó un año, comenzó el otro. Y también empezaron los balances. En el caso del sector productores de carne vacuna, quienes se entusiasman con buscar buenas noticias en todos lados seguramente hablarán del fuerte crecimiento de las exportaciones, que volvieron a niveles históricos. Bienvenido sea. Los análisis más sesudos y objetivos, en cambio, remarcarán un dato que no debería pasar inadvertido: entre 2017 y 2018, la faena de hembras creció cerca del 20%.
La Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), que conduce Miguel Schiariti, como es habitual primereó a todos con los datos -algunos oficiales y otros estimados- sobre la evolución ganadera de 2018. Por supuesto que destaca el buen desempeño exportador, pero lo hilvana inevitablemente con la composición de la faena, que peligrosamente vuelve a recostarse demasiado sobre las hembras. A tal punto que en diciembre pasado, el 48% de los ejemplares que fueron al matadero eran de ese género. Es el nivel más alto desde la gran liquidación de 2009.
“Traccionada por la demanda externa (China/Rusia), la faena de vacas creció 18,4% entre 2017 y 2018. Asimismo, la restricción crediticia local llevó a los productores ganaderos a desprenderse también de vaquillonas, cuya faena creció 22,8% anual en el último año, elevando su participación en la faena total de 10,4% a 12,1% entre 2017 y 2018”, advierte entonces la CICCRA. Es este sin duda el gran dato ganadero del año pasado.
Con los datos de diciembre recién salidos del horno (con menor cantidad de días hábiles, la faena se ubicó ese mes en 1,053 millones de cabezas, quedando 4,6% por debajo del nivel de diciembre de 2017), la cámara industrial comenzó a redondear los datos del ciclo 2018:
- En 2018 se produjeron 3,05 millones de toneladas res conhueso de carne vacuna, es decir 7,3% más que en 2017. “Afortunadamente en 2018 el aumento de la producción de carne vacuna se tradujo en mayores exportaciones, de lo contrario el precio del mercado interno hubiera sufrido bajas de precio considerables”, evaluó Schiariti.
- Las exportaciones habrían ascendido a 555,5 mil toneladas, ubicándose 78,0% por encima de las registradas en 2017. Su importancia en el total producido pasó de 11,0% a 18,2% entre los años considerados.
- El mercado interno absorbió un total de 2,49 millones de toneladas de carne vacuna en 2018, es decir ‘apenas’ 1,4% menos que en igual período del año anterior, según los números provisorios. Su importancia relativa bajó de 89,0% a 81,8% entre los intervalos considerados.
- En 2018 el consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 56,1 kg/año, es decir 2,4% por debajo del promedio de 2017.
Pero conviene analizar cómo terminaron las cosas el año pasado, porque esto podría resultar determinante para los meses que vienen. Según CICCRA “en diciembre pasado continuó creciendo la importancia de las hembras en la faena total. Según los datos provisorios se faenaron 2% más que en el último mes de 2017. Esto hizo que la participación de las hembras en la faena total llegara a 48% en diciembre de este año”.
En este sentido, se remarcó que “la participación anual de las hembras en la faena total llegó a 45,5% en 2018. Esto representó un avance de 2,6 puntos porcentuales con relación al promedio de 2017. Es importante señalar también que este se convirtió en el más elevado desde la fase de liquidación récord de 2007-2009”.
La alta demanda de carne desde China tuvo mucho que ver con este desempeño, pues los productores no solo tuvieron que vender sino que por fortuna lograron tener un mercado que evitó que los precios se hicieran puré. “Se exportaron 183.180 toneladas de carne vacuna a China en los primeros once meses de 2018, es decir 110% más que en enero-noviembre de 2017”, destacó el informe. Si se suma a Rusia, que también lleva carne de vaca de baja calidad, entre esos dos mercados explicaron “dos tercios del volumen de carne vacuna exportada desde Argentina”.