Junto a los precios internacionales, la carga tributaria y el tipo de cambio, el costo de la logística es otro de los factores que incide fuertemente en la competitividad de la actividad agropecuaria. Y en eso, Argentina también se lleva las de perder.
Los datos recabados por la Bolsa de Comercio de Rosario reflejan algo que, en los hechos, hace tiempo que se sabe: El costo del flete camionero le pone coto a los productores argentinos frente a sus principales competidores.
En un análisis comparativo que realizó la entidad durante el segundo trimestre del 2025, hallaron que transportar granos en Argentina es 32% más caro que en Brasil y un 28% más caro que en Estados Unidos. Incluso, dentro del país puede ser el doble de costoso para un productor del norte en comparación con uno de la zona núcleo.
Se estima que, durante el segundo cuatrimestre de este año, el costo del flete camionero en el país fue de 0,094 dólares por tonelada por kilómetro recorrido para las distancias cortas. Ese dato fue el que usó la Bolsa de Comercio rosarina para comparar con lo sucedido en los demás países.
Para un viaje de 320 kilómetros, un productor argentino paga un tercio más caro el flete que uno de Estados Unidos o Brasil. En el caso de distancias más largas, como un trayecto de 1.150 km, la diferencia tiende a ser menor: En Argentina sólo es un 4% más caro que en Brasil.
En ese caso, no se tuvo en cuenta a Estados Unidos porque, para viajes extensos, se hace uso de la red ferroviaria, una deuda pendiente aún para los productores argentinos.
En un país tan extenso, la falta de federalismo -proclamada en los papeles, pero inexistente en la realidad concreta- también se hace evidente en la producción. Y es que, además de las diferencias puertas afueras, el flete también muestra variaciones abismales en el interior del país.
“Se observa que el costo de transporte de granos desde las zonas más alejadas de los puertos habría tenido una alta incidencia en el precio de la mercadería”, informaron desde la Bolsa de Comercio.
Concretamente, para un productor salteño, enviar sus granos al puerto de Rosario puede costarle más del doble que a uno de la zona núcleo, ya que, desde el norte, tiene una incidencia del 28% del precio del maíz y del 19% del precio de la soja. En cambio, para una producción del centro del país, a no más de 200 kilómetros del puerto, es de 11% para el maíz y 7% para la soja.
Si bien esa diferencia emerge de las distancias y el tiempo de transporte, se profundiza también por la falta de alternativas viables. El ferrocarril, eterno reclamo de los productores del interior del país, es una de ellas, y es hoy la que buscan reflotar -mediante la privatización- las principales exportadoras.
En lo que va del año, el gobierno ha hecho bastante énfasis en los costos de transporte para la producción, que se ha incrementado hasta llegar al casi 4% en agosto. Además de la privatización de las vías férreas, para que algunas empresas “refloten” ese medio de transporte, también ha avanzado sobre la desregulación para el flete camionero.
Hasta hace unos días, el precio del transporte de granos estaba anclado en ciertas “tarifas de referencia” que negociaban entre los actores involucrados dos veces al año. Esa “Mesa de Negociación Participativa”, que definía los valores -no obligatorios pero sí orientativos- dejó de existir por orden de la Secretaría de Transporte.
Lo que aún no emerge en la agenda gubernamental, sin embargo, es la obra pública y el mantenimiento de rutas, otro de los factores que, junto al combustible y la distancia, encarece el costo del transporte y le quita competitividad a la actividad agropecuaria.