La consultora ganadera Elizalde & Riffel, integrada por Juan Elizalde y Sebastián Riffel, acaba de actualizar los números que le interesan a todos los productores ganaderos del país: midieron los resultados de diferentes modelos ganaderos a mayo de 2020, luego de una fuerte modificación de los precios relativos hasta marzo pasado y un notable amesetamiento de costos y precios en los últimos dos meses.
“La devaluación del peso ocurrida en agosto del año pasado, después de las PASO, afectó los precios relativos de la mayoría de los insumos que intervienen en los diferentes planteos ganaderos, así como del producto (terneros, animales terminados, etcétera). Los insumos aumentaron en pesos en forma significativa post-devaluación, sobre todo aquellos relacionados en forma directa al tipo de cambio, tal es el caso de los granos y subproductos de la agroindustria condicionados por el tipo de cambio”.
Este proceso es bien visible en el primer cuadro elaborado por los consultores:
Pero Riffel y Elizalde marcan que “a partir de mediados de marzo de este año comenzó a operar un factor imprevisto como fue el efecto del coronavirus, con efectos negativos sobre las variables económicas. Esto tuvo consecuencias internas (mayor emisión monetaria y aumento del tipo de cambio, aumento de la desocupación y pobreza, etcétera) y externas (caída en el precio de los comodities, menor exportación de carne a UE, etcétera), que afectaron los precios relativos nuevamente”.
Hay un cuadro específico para mostrar lo que sucedió con las variables ganaderos en este último bimestre. En principio, se puede observar que en los últimos dos meses el tipo de cambio y el precio del ternero aumentaron en la misma magnitud (7% y 8%, respectivamente), mientras que se registraron caídas en el precio del maíz y la hacienda gorda, de entre 4 y 5%:
Queda claro, la situación cambió. ¿Pero como impactó entonces el coronavirus sobre la rentabilidad de los diferentes modelos ganaderos que se realizan en el país. El informe de Riffel y Elizalde justamente compara los resultados económicos de diferentes actividades (cría, recría-terminación y feedlot) obtenidos para este año y compararlos con los obtenidos el año anterior para la misma fecha. La comparación s eha hecho a marzo y a mayo de cada año.
Descargar el estudio RESULTADOS ECONOMICOS DE LOS DIFERENTES SISTEMAS GANADEROS DE PRODUCCION DE CARNE VACUNA (Riffel y Elizalde, 2020)
Los analistas se detienen en diferentes modelos. Uno de cría que logra un porcentaje de destete del 80%, otro de recría y terminación; y finalmente un feedlot de terminación sin recría previa. En todos los modelos se asumió un precio de venta del novillo sobre base 410 kilos menos 6% gastos comerciales y un precio de compra del ternero más 7% gastos comerciales. El desbaste fue del 5% en la venta y la mortandad del 1,5%.
En estos dos cuadros se puede ver la evolución de los márgenes brutos (por cabeza y por hectárea) de cada una de esas actividades, realizadas sobre campo propio, para los tres momentos planteados (marzo 2019, marzo 2020 y mayo 2020).
“Las figuras indican que los resultados económicos son variables entre actividades. Cuando comparamos marzo 2020 contra marzo 2019 se observa una mejora en la cría y una disminución del resultado en todas las actividades de recría y terminación, respecto del año anterior. La cría en campo propio, sigue siendo una actividad de margen moderado, aunque este año fue la única que mejoro los resultados económicos, llegando a 126 dólaresd por cabeza (u$s/cab) y 88 dólares por hectárea (u$S/ha)”, apuntaron lso expertos ganaderos.
Pero de inmediato aclaran que “el resultado de esta actividad se reduce drásticamente cuando se realiza en campo alquilado. A diferencia de años anteriores, la cría puede pagar el costo de alquiler de la tierra y generar un resultado neutro a levemente positivo”. Esto se puede ver en estos dos gráficos:
Con todos estos cambios, hay cosas que Riffel y Elizalde deciden remarcar. Por caso, que “la cría en campo alquilado, que históricamente fue una actividad de márgenes negativos, presenta un resultado neutro tanto en u$s/cabeza como en u$s/ha”.
En la misma sintonía, concluyeron que “los mayores aumentos de precios registrados en los precios de la hacienda de invernada respecto de la destinada a faena y una suba moderada en los costos de alimentación y personal afectaron a todos los planteos ganaderos de recría y/o terminación. Por esta misma razón, la cría mantuvo los resultados económicos, aunque lejos de ser muy positivos sobre todo referidos por unidad de superficie”.
Otra conclusión es que el coronavirus “modificó radicalmente los resultados económicos respecto del mes de marzo de este mismo año”.
“En este sentido, la actividad cría fue la única que no sufrió variaciones en los resultados económicos, mientras que todos los planteos de recría y terminación se vieron muy afectados. En la medida que no reacomoden los precios de la hacienda gorda (por mayor tracción de la exportación fundamentalmente) la ganadería va a atravesar una situación muy difícil este año”, fue la delicada conclusión de los consultores.