A fines de 2020 y a través de una carta manuscrita, el ruralista Atilio Carignano se retiró de la función gremial dejando más de una boca abierta. Con más de 15 años de trabajo distribuido entre su presidencia en la Sociedad Rural de Jesús María, en Córdoba, y su puesto como vicepresidente de CRA, consideró que ya era tiempo de dejar paso a las nuevas generaciones. Sin embargo no se alejó del todo y todavía critica a los dirigentes rurales que pretenden eternizarse en los cargos.
“No me considero un rebelde, al contrario. He buscado consensos y cuando me fui hablé con los presidentes de todas las Confederaciones para cambiar. En una cuestión estatutaria de CRA, si Carbap se pone de acuerdo con cualquiera de las otras confederaciones, como es la más importante y la más pesada, en el camino quedan muchos jóvenes atrás”, indicó el veterano productor en una entrevista con Bichos de Campo, criticando indirectamente los sistemas de elección en la entidad de mayor despliegue territorial de la Mesa de Enlace. En CRA hay 16 confederaciones, pero como la de Buenos Aires y La Pampa es la más numerosa en cantidad de rurales de base, es muy difícil -según Carginano- que otra regional se imponga.
También comparó lo que sucede en muchas instituciones rurales con lo que pasó en la Rural de Jesús María, sin duda una de las que mejor se han integrado con su comunidad. “A mí lo mejor que me paso en la Rural es lo que vino después. Quienes me sucedieron son todos jóvenes que armaron sus equipos. Yo me llevé a todos los viejos conmigo”, dijo Carignano.
-¿Por qué cree que el productor no se siente representado por las entidades finalmente?
-Vos fijate la movida de CREA metiendo a 7000 personas en Buenos Aires. Andá a convocar eso en las rurales de sus ciudades y que pongan para la cuota social. Después ir al piquete de autoconvocados es lo más fácil. Yo también quiero ser autoconvocado, total voy cuando tengo ganas de ir.
-¿Es un problema de la indisciplina de los propios productores?
-La institucionalidad se cambia desde adentro, como lo hacen los jóvenes con reuniones que no duran más de dos horas, siendo prácticos y precisos, sin hacer catarsis. Si vivimos haciendo catarsis somos los mejores del mundo en todos lados. No soy rebelde, se lo digo a cada uno de los que he estado a la par, inclusive a los mismos productores.
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-No hay que atornillarse a los asientos, hay que darle espacio a los jóvenes. ¿Cuál es el tercer consejo para que las sociedades rurales recuperen sus bríos y logren interceder en algo? Porque pareciera que la política nacional las cachetea.
-Las entidades no son sustentables porque nadie pone un mango. Ponen para todo lo demás. Yo creo que la rural debería ser como un club, como hacían los viejos antes. Ya nos hemos perdido tanto la confianza uno con otro, que hasta que no la generemos de nuevo en todas las instituciones la cosa no va a cambiar. Las instituciones hay que trabajarlas peleando como se debe pelear, votando y abriéndolas, porque de lo contrario se gasta tiempo. Se perdió impulso y a los jóvenes los cansamos.
-La relación entre el gobierno y el nuevo ruralismo que vos soñás, ¿debería ser tan confrontativo como lo viene siendo en los últimos 12 o 15 años? ¿O hay que cambiar el chip?
-A Cristina contra el campo le fue mal y a nosotros contra Cristina nos fue mal. Yo no digo de hacer negocio pero la política es negociar.
-Lo que es seguro es que no es negocio para nadie tener una pelea tan larga.
-Aparte. ¿Y a quién le sirvió? Al que menos le sirve es al país. Entonces, en cierta manera hay cosas críticas.
-¿Crees que el gremialismo agropecuario tendría que dejar de hablar de “patria” y cosas altisonantes para volver a hablar de los problemas cotidianos de los productores en sus pueblos?
-De las esferas de negociación nacional no hay que descartar nada. Ni de la base mínima del interior: obra social de los empleados, techos en las escuelas, etc. Sin duda hace falta la pelea nacional, negociando, cediendo, presionando, etc. Pero piquete acá en el interior no sirve. Yo les digo, ¿se animan a hacer un piquete en la entrada de Buenos Aires y que estén los Moyano en frente? Acá tenés autoconvocados que son unos cojudos barbaros hasta que vos les decís dónde sirve la cortada… Yo no creo que sea el método, nunca me gustó. Pero sí creo que hay momentos en que los políticos de turno se tienen que dar cuenta de una vez por todas de que con el campo todo es mucho más fácil. Somos los más “blandengues”.
A continuación, Carignano agregó: “Este sistema se está manteniendo hasta ahora, desgraciadamente, de nosotros solos. Esta es la vaca viva pero acá nadie reclama nada. Mirá si tuviéramos de socio al gobierno de turno. ¿A dónde llegaríamos?”
En las rurales, como en todas las sociedades intermedias, lo mas dificil es la participacion y el compromiso de la gente. Hay que abrirle el camino a los jovenes . Y salir a defender lo que haya que defender con mucha intensidad