El maíz es un gran instrumento para promover el desarrollo argentino en todo el territorio argentino. Y el caso puntano es un excelente ejemplo de eso.
En la provincia existen cuatro grandes industrias consumidoras de maíz: Glucovil (empresa de Cargill Argentina dedicada a molienda húmeda de maíz), Diaser (elaboradora de bioetanol de maíz), SerBeef (feedlot) y Paladini (fiambres y embutidos).
“La demanda de maíz prácticamente empata a la oferta y en 2020 las cuatro industrias pagaron en promedio precios prácticamente equivalentes a los de la pizarra Rosario a pesar de estar a más de 500 kilómetros de distancia de los puertos”, explicó hoy Manuel Ron, gerente general de Bio4 durante el evento virtual Maizar 2021.
En el año 2020 el descuento del valor del maíz originado en la zona de influencia de Villa Mercedes, San Luis, fue de apenas 5,0 u$s/tonelada, mientras que en la región cordobesa de Río Cuarto –si bien está mucho más cerca de las terminales portuarias de Rosario– el descuento promedio el año pasado fue de 13 u$s/tonelada.
“El hecho de que los precios locales del maíz sean parecidos a los portuarios es un beneficio tangible para los productores agropecuarios y eso sucede cuando la demanda industrial en una región se acerca a la oferta disponible del cereal”, expresó Ron.
En lo que respecta al etanol de maíz, el directivo de Bio4 –empresa elaboradora de ese biocombustible en base a maíz, que se encuentra en Río Cuarto– señaló que constituye un factor desarrollo tanto energético como agropecuario, dado que la burlanda de maíz permite eficientizar los engordes vacunos realizados en feedlots.
“A nivel nacional, además de mejorar el octanaje de las naftas, el bioetanol de maíz permite reducir las emisiones de dióxido de carbono, dado que se trata de combustible proveniente de fuentes renovables, lo que contribuye que la Argentina cumpla con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París”, indicó el gerente de Bio4.
“Se trata de una industria muy competitiva que podría ayudar para que los precios de los combustibles estén más accesibles en los surtidores, porque el bioetanol podría producirse y consumirse localmente, en lugar de enviarlo a Buenos Aires para que se mezcle (con nafta) y luego regrese (al lugar del origen del biocombustible)”, añadió.