Creada en Santa Fe de la mano de los socios y amigos Gaspar Mac, Lionel Orso y Matias Dutto, la joven empresa Nativas ya da que hablar en el ámbito de los proyectos que buscan hacerle frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Su objetivo es claro: acompañar a productores en la regeneración de los ecosistemas, a través de la implantación de especies nativas de cada ecorregión, y oficiar de nexo con aquellas empresas que estén buscando adquirir bonos de carbono, surgidos de los servicios ecosistémicos generados por estas iniciativas.
“El cambio climático y la pérdida de biodiversidad es una de las principales crisis de la humanidad. En este sentido es que buscamos instrumentos para canalizar financiamiento hacia el desarrollo de proyectos con especies nativas, que capturen carbono y expandan la biodiversidad. Y por eso somos un equipo joven y diverso: hay desde ingenieros en sistemas hasta abogados, ingenieros agrónomos, ingenieros ambientales y biotecnólogos”, dijo a Bichos de Campo Lionel Orso, director del proyecto Nativas.
Para diagramar el circuito de acción, Orso explicó que la cadena está conformada por el propietario de la tierra, que es quien recibe un pago por servicios ambientales al plantar árboles que capturen carbono; el abordaje metodológicos que permite cuantificar la absorción de carbono y el beneficio ambiental logrado; el abordaje tecnológico, que contempla el uso de tecnología de blockchain para emitir activos digitales; y empresas interesadas en invertir en proyectos de regeneración que sean “transparentes y sólidos”.
-¿Cuáles son los pasos a seguir una vez que decido embarcarme en este proyecto?- le preguntamos al joven.
-Primero hay un diseño de prefactibilidad, donde se analiza si es viable realizar o no un proyecto. Se diseña en el sentido de las especies y de la ecorregión. Se proyecta qué impacto tendrá ese proyecto, tanto ambiental como social (en las comunidades) y económico (por generar pagos por servicios ambientales). El propietario recibe un pago por los servicios ambientales que está prestando, por esa externalidad positiva que está generando en el ambiente. La escala del proyecto va a depender la cantidad de créditos de carbono tokenizados que se puedan emitir, y la cantidad de financiamiento que pueda recibir ese proyecto.
-¿A partir de cuándo arranca esa cuantificación?
-Los árboles tienen su curva de crecimiento en la que absorben carbono a través de la fotosíntesis. Esa curva de crecimiento al principio es lenta. A los dos o tres años se va midiendo su absorción de carbono y se va cuantificando cuántas toneladas de carbono está absorbiendo el ecosistema. Al principio hay una inversión inicial en el proyecto, que es plantar las hectáreas. Ahí también se hace una estrategia de buscar el financiamiento para esas etapas iniciales del proyecto, que luego va a ir recibiendo los beneficios a medida que se mide el carbono almacenado en la biomasa y los demás beneficios ecosistémicos.
Dicha cuantificación sigue métodos ya estandarizados por organismos internacionales como el IPCC o la firma especializada Verra. Una vez medido el impacto, y de acuerdo a la magnitud del proyecto, se busca un organismo profesional independiente para que verifique que esa estimación es correcta.
“Cuando es validada por un organismo independiente, nosotros creamos el activo digital. Una de las problemáticas de los mercados de carbono es evitar la doble contabilidad, que no haya más créditos de carbono de los efectivamente logrados por el proyecto. Por eso se usa la tecnología blockchain para otorgar trazabilidad”, indicó Orso.
-¿Cómo se manejan con el financiamiento?
-Nosotros buscamos empresas, personas u organismos que estén interesados en regenerar ecosistemas por diversas razones, ya sea porque tienen una política de sostenibilidad o porque han asumido compromisos climáticos. Esto está cada vez más en boga y hay muchas empresas en el mundo, incluso países, asumiendo compromisos climáticos de cero emisiones, reducir sus emisiones de gases efecto invernadero y los que no puedan reducir, compensarlos. Una manera de compensarlo es invertir en regeneración de ecosistemas.
-Y la pregunta que todo productor tiene es ¿cuándo se ve el dinero por hacer esto?
-La plata se va viendo a lo largo del proyecto. Todo depende del tipo que sea. Cuando se hace la inversión inicial, hay que ver si hay un costo de oportunidad de uso de la tierra por parte del productor. Muchas veces hay que correr parcialmente y por un tiempo determinado alguna producción ganadera o agrícola, para que no se vea afectada la plantación. En esos casos se puede pagar un costo de oportunidad y luego se van recibiendo los beneficios de un porcentaje de los créditos de carbono. Los créditos de carbono que después se van generando por el proyecto, van a estar distribuidos entre el inversor que invirtió la plata y quiere recibir parte de esos créditos de carbono tokenizados para compensar la huella, y parte va a ir a los pagos al productor por brindar esos servicios ambientales.
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-¿En qué está ahora la empresa?
-Nosotros estamos situados en Rosario y estamos trabajando con productores de la provincia de Santa Fe, de Córdoba, de Jujuy y de la Patagonia. Santa Fe tiene la Ley del Árbol y Córdoba tiene la Ley Agroforestal, que de alguna manera obligan a que los productores tengan forestada una parte de su predio. Nosotros venimos a apalancar ese cumplimiento de la ley y buscamos las fuentes de financiamiento para que al productor no le cueste tanto esa forestación. Pero no solo eso, sino que pueda recibir un incentivo también, un beneficio económico por cumplir esa ley y reforestar el campo.
¿Se puede participar del proyecto estando en Provincia de Buenos Aires?