Los últimos datos que publicó el Senasa sobre la situación del negocio del engorde a corral dan cuenta de que las existencias suman 1,72 millón de animales y que los corrales se van llenando a medida que avanza la salida de terneros de los campos de cría.
Eso se refleja en el índice de reposición que es de 1,3. Esto significa que entra más hacienda de la que se manda a faena y que la hacienda está en pleno proceso de engorde.
Los datos que recientemente informó la Cámara de Feedlot dan cuenta de la misma situación. Las empresas allí nucleadas informaron un índice de reposición de 1,37 y un incremento en la ocupación de 5 puntos porcentuales, para llegar así a 65,4% de la capacidad instalada. El nivel es muy inferior al que había el año pasado cuando la seca achico los campos pero muy superior a los de enero y febrero.
El incremento en los encierres tiene mucha relación con la alta oferta estacional de terneros, pero también la mejora ecuación del negocio. Los bajos precios del maíz y la buena relación de compra venta impulsan el proceso de compra y encierre en los corrales.
Los lotes de novillitos y vaquillonas de feedlot se venden en 2000/2200 pesos por kilo vivo. Eso significa que con un kilo de hacienda en pie se pueden comprar casi 15 kilos de maíz, cuando históricamente se consideró buena esa relación cuando estaba encima de 10 kilos. Para hacer un kilo de carne se requieren entre 8 y 9 kilos del cereal.
El otro dato que alienta las compras es la buena relación de compra con los terneros de cría, la materia prima de estas empresas. Los terneros se negocian entre 2000 y 2200 pesos y las terneras entre 1800 y 2000. Según la categoría que se busque la relación es 1 a 1 o todavía mejor cuando históricamente el ternero de invernada valió 10/15% más que el novillito que se envía a la faena.
Estas ventajas en cuanto al precios de sus insumos, los alimentos y los terneros, les da a los feedlot, en promedio, un resultado positivo de 38.000 pesos por animales con una inversión de compra de 396.000 pesos, a lo que se deben sumar los demás costos del sector.
Al contar con materia prima y alimento en precios convenientes, en el engorde intensivo están estirando el proceso productivo, además de encerrar más ganado. El período de permanencia en los corrales es de 151 días, o 5 meses, según los datos de la Cámara del Feedot, lo que garantiza que en los próximos meses habrá oferta de carne de hacienda liviana en cantidad suficiente para el consumo interno.