En un escenario de márgenes ajustados, donde los costos de producción pesan más que nunca y el suelo empieza a mostrar señales de agotamiento, algunos productores del norte argentino comienzan a mirar hacia alternativas a los insumos tradicionales que hasta hace poco parecían impensadas.
Cintia Rioja es formuladora de bioinsumos. Trabaja para Bionte, una empresa boliviana que decidió desembarcar en el NOA con una línea de productos biológicos destinados tanto a cultivos agrícolas como a sistemas ganaderos. La idea que proponen es la de aplicar microorganismos vivos –hongos, bacterias– para prevenir enfermedades, controlar plagas, estimular los cultivos y hasta mejorar la digestibilidad del alimento animal con recetas propias.
“Tenemos toda una línea de biológicos para las grandes extensiones, ya sea para tratamientos de semillas, oscuras semillas, para hacer control de enfermedades o insectos, plagas y también para bioestimular y biofertilizar todos los cultivos que necesiten ser estimulados por microorganismos vivos como son hongos y bacterias”, explica Rioja a Bichos de Campo.
La base de operaciones está en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. “Nuestros laboratorios y producción está en Santa Cruz de la Sierra, estamos importando acá, aterrizando en Salta, para promocionar todo el uso de la biotecnología a todos los agricultores y los pecuaristas”, cuenta.
La llegada al norte argentino no es casual, sino que se trata de una región con diversidad productiva –maíz, tabaco, soja, ganadería–, pero también con muchas limitantes. Por eso, la formuladora insiste en que lo que ofrecen no son soluciones únicas, sino herramientas para acompañar procesos. A Rioja y su empresa la conocimos en la ultima edicion de la Expo Prograno en Lajitas, Salta.
Los productos son consorcios de microorganismos que actúan de forma específica. “Estos productos son consorcios de un sinfín de bacterias y hongos que van a tratar los diferentes problemas que tiene el productor agrícola”, explica.
Pero más allá del detalle técnico, lo que parece estar en discusión es algo más profundo: Lo que está en juego es el rol de los biológicos en la agricultura moderna. ¿Vienen a reemplazar a los químicos? ¿Son igual de eficientes? ¿Tienen sentido en una economía con márgenes tan apretados, donde los productores no pueden esperar cuatro o cinco campañas para ver los resultados?
Rioja es consciente de ese debate y lo encara: “Desde el laboratorio de la producción de la línea biológica, queremos dar una transferencia a biotecnología, enseñar al productor rural y su equipo que no vamos a de un día a otro a deshacernos de los químicos. La idea es gradualmente bajar la carga química y subir la carga biológica para llegar a un equilibrio”, señala.
“El biológico no es la magia, viene a acompañar, a recordarle al productor agrícola que tenemos una herramienta antigua que lo usaban nuestros ancestros y que la tenemos que utilizar de nuevo para equilibrar esa micro vida que le hemos quitado al suelo. ¿Con qué? Con el uso excesivo de pesticidas”, añade.
Mirá la entrevista completa con Cintia Rioja, formuladora de la empresa boliviana Bionte:
“El químico no es el enemigo, no es el monstruo, el químico es una herramienta que tenemos que bajar un poco su uso y usar una herramienta natural como son el uso de los biológicos o bioinsumos y la biotecnología, que es muy fácil, que tenemos que volver a recordar”, dice Rioja.
La gran pregunta, claro, es por los resultados. ¿Cuánto tarda en notarse el efecto de los biológicos? ¿Vale la pena apostar por algo que aún genera dudas en muchos productores?
Rioja lo plantea en términos simples: “Podemos ver resultados a partir del cuarto día de aplicación de biológico. El uso de biológicos, no se tiene que esperar una, dos o tres campañas para ver los resultados. En la primera campaña ya vamos a ver un resultado que se llama rinde. O sea, el rinde es el costo-beneficio. ¿Cuánto gastaste? ¿Cuánto ganaste?”.
“Hablar de agricultura regenerativa es hablar de sostenibilidad” dice Cintia, quien además agrega: “Tenemos que hacer un equipo multidisciplinario, no es sólo el biológico. Todo es en equilibrio y un paso a la vez. Si queremos cambiar, tenemos que hacerlo un pasito cada día y viendo los resultados, midiendo. Si nosotros en la primera campaña tenemos un rinde que nos satisface, el producto se pagó cien veces. Todo un costo-beneficio”.