Aunque en lo que va del año el sector agroindustrial –solamente considerando los complejos oleaginosos y cerealeros– aportó un récord histórico superior a 28.000 millones de dólares, la economía argentina enfrenta una escasez crónica de divisas porque el gobierno nacional está empecinado en “financiar” un tipo de cambio artificialmente bajo.
En ese esquema, mientras que el Banco Central (BCRA) debe vender diariamente reservas de divisas para mantener “planchado” al tipo de cambio oficial –con el propósito de evitar (cada vez con menos efectividad) un efecto inflacionario, por otro lado establece crecientes restricciones para que el sector privado pueda acceder a divisas.
La última “innovación” en la materia ocurrió esta tarde con una disposición del BCRA que establece que “las entidades financieras tendrán que mantener hasta fin de mes la posición global en moneda extranjera en el mismo nivel del promedio mensual de saldos diarios registrado en octubre o el vigente al día de hoy, el que resulte menor”.
En definitiva: los bancos no van a poder aumentar su posicionamiento en divisas, lo que, obviamente, reducirá la demanda de esa moneda. Con eso el gobierno espera enfriar las enormes presiones alcistas que se están registrando en el mercado informal (“dólar blue”), donde está semana los valores negociados superaron los 200 $/u$s.
De todas maneras, los precios de los contratos futuros de dólar del Matba Rofex se están anticipando a una importante eventual devaluación prevista para el mes de diciembre que se profundizaría en el mes de enero de 2022.
Hoy el contrato Dólar Diciembre 2021 cerró en un promedio ponderado de 107,4 $/u$s, mientras que las posiciones Enero y Febrero 2022 terminaron en 114,1 y 119,1 $/u$s respectivamente.