Hasta el primer semestre de este año las empresas argentinas de maquinaria agrícola venían experimentando un auge histórico de ventas y rentabilidad. Pero luego el panorama cambió por completo.
El último balance trimestral presentado por la fabricante de sembradoras Agrometal es una muestra de ese fenómeno: mientras que en los primeros nueve meses del ejercicio 2022 registró un resultado integral favorable de 871,1 millones de pesos, en el tercer trimestre del mismo experimentó una pérdida de 33,8 millones.
El total de sembradoras facturadas en los primeros nueve meses de 2022 alcanzó la cifra de 391 unidades, un 6% más que en el mismo período del año anterior. “No obstante, la variación del monto de ventas en moneda constante refleja una caída del 10%, ya que, entre otros factores, por primera vez en los últimos veinte años no se devengaron los bonos fiscales decreto 379/2001 (vigente hasta el 31/12/21), implicando una reducción de su importe nominal de aproximadamente 8%”, destaca el balance presentado por la empresa cordobesa.
De todas maneras, el mecanismo de bonos fiscales, que fue desactivado en el último año, acaba de ser reincorporado –con cambios– por el gobierno nacional.
“También es atribuible la disminución de las ventas en pesos constantes a una lista de precios que se ajustó al ritmo de evolución del dólar oficial, variable que siempre estuvo atrasada respecto a la inflación imperante en el ejercicio”, remarca el balance.
En lo que hace al comportamiento de la demanda de sembradoras en el mercado argentino, el tercer trimestre marcó un cambio de tendencia con respecto al ciclo iniciado a mediados del año 2020, caracterizado por una demanda que superaba la capacidad de producción del sector (impulsada en buena medida por la necesidad de proteger el capital frente a la desvalorización del peso argentino).
“Desde el mes de julio se concretaron operaciones que constituyen un volumen muy inferior al de los meses inmediatos anteriores, siendo dos los factores que identificamos como motivos principales del cambio observado: fuerte aumento de las tasas de interés, llevando las mismas a niveles pre-pandemia y haciendo que desaparezca uno de los incentivos principales para la compra de bienes de capital, y la importante sequía que afecta a la producción de nuestros clientes y modifica sus expectativas y decisiones de inversión”, explica el documento de Agrometal.
En cuanto al estado de resultados, la fuerte caída de la utilidad medida en moneda constante se vincula fundamentalmente –aseguró Agrometal– con el extraordinario impacto de la inflación sobre la estructura patrimonial de la empresa.
“Un 22% de variación en el nivel general de precios, sólo en el tercer trimestre, tiene su expresión monetaria en el renglón del estado de resultados correspondiente al resultado por exposición al cambio en el poder adquisitivo de la moneda (RECPAM), que creció, aún en su expresión en moneda constante, un 126% respecto al mismo concepto del año anterior. Ningún otro rubro de este estado presenta una variación ni siquiera similar, por lo que, en gran medida, es razonable atribuir al impacto de la inflación una altísima proporción en la explicación del resultado final”, explica.
Al eliminar del análisis al factor inflacionario, el resultado operativo muestra una caída del 22% en comparación con el registrado en el mismo período del año anterior, y eso consecuencia de un margen bruto que cae un 15% y gastos de administración y de comercialización que crecen al 15% y 19% respectivamente.
“Vale aclarar en este aspecto que, aún con estas modificaciones porcentuales, el resultado operativo se sostiene en un nivel muy importante, representando un 30% del valor de ventas netas”, apunta la empresa.