“La agricultura será sostenible o no será agricultura”, dijo Manuel Otero en una charla con Bichos de Campo, justo cuando se preparaba para asistir a la COP29 en Bakú, capital de Azerbaiyán. Sucede que para el director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) -que siendo argentino está a cargo de un organismo multilateral y permanece en el evento-, ese escenario es el lugar indicado para insistir con un concepto que han acuñado desde el continente americano: la agricultura debe ser considerada parte de la solución de los desafíos climáticos.
Bajo esta premisa, IICA volvió por tercer año consecutivo a instalar en el marco de una COP la Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, un pabellón donde se dan cita importantes actores de la cadena productiva, el sector privado y líderes políticos para abordar temas acuciantes de la agricultura en América Latina y el Caribe, y su contribución a la lucha contra el cambio climático.
Pero en esta ocasión, las prioridades -según Otero- pasan por visibilizar la necesidad de que los agricultores sean los protagonistas en la discusión sobre el futuro y los modos de producción. Al tiempo que se asuma a la ciencia y la innovación como la base para las decisiones que se tomen dentro del sector agrícola.
“Si hablamos de los productores, por lo menos del Mercosur, uno ve a través de la siembra directa, de la expansión de los sistemas agrosilvopastoriles, del mejoramiento de pasturas, se están tomando la cosa muy en serio. Claro, eso tenemos que medirlo y va a requerir que uno lo pueda certificar. Pero hay que dar la batalla en defensa de la manera en que producimos, incorporando cada vez más ciencia e innovación. La agricultura es parte de la solución, no nos tenemos que dejar llevar por delante”, dijo Otero a Bichos de Campo.
Entendiendo que actualmente se maneja el concepto de que la agricultura tiene gran responsabilidad en el cambio climático, desde el IICA asumen que no puede estar ausentes en un ámbito de debate, donde se reúnen los principales líderes políticos de 197 países. Por eso desde el pabellón se suscitan charlas, debates e intercambios donde se intenta desmitificar dicho planteo. Mientras se dan a conocer los desafíos que enfrentan los productores del hemisferio occidental, llamados a producir el 28% de las exportaciones agroalimentarias del planeta.
Mirá la entrevista a Manuel Otero, días previos a la COP29.
“Para el 2050 tendremos que alimentar a 2.000 millones de personas más en un contexto de nuevos desafíos, pero tenemos que producir más comida con menos naturaleza, reconociendo los nuevos retos que la agricultura enfrenta. Para superarlos es clave aprovechar la ciencia, la tecnología y la innovación y facilitar su acceso a los agricultores familiares”, expuso el director del IICA en el marco de un debate sobre el futuro de la agricultura, su papel para la seguridad alimentaria, la mitigación de la variabilidad climática, el desarrollo económico y la estabilidad política y social, que se celebró en le pabellón.
Por supuesto, que en La Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, no faltó lugar para referirse a la ganadería como supuesta emisora de gases de efecto invernadero. “Aquí estamos hablando del futuro de la agricultura y no podemos compartir la acusación de que la producción animal es el villano. La ganadería es esencial para la seguridad alimentaria, y también lo es desde un punto de vista económico y social, para América y el Caribe, donde la mayoría de los productores son pequeños y medianos. La región representa el 26% de la producción animal mundial y el 33% del total de las exportaciones, por lo que su rol es irreemplazable”, enfatizó Otero.
El Director General del IICA explicó que la ganadería en el continente está transitando un proceso de transformación, hacia una mayor eficiencia y una reducción de sus emisiones de gases “Debemos aumentar las inversiones en ciencia e innovación, promover un comercio sin distorsiones y estar orgullosos de nuestro sector productivo para seguir por el mismo camino”, afirmó.
Si bien es la tercera ocasión en que el IICA, asiste a la COP, las intenciones de su director siguen siendo las mismas que lo motivaron a participar en la COP27: discutir sobre cambio climático desde la agricultura, sin demonizar al productor y las formas de producir en los países latinoamericanos.
“Lo que nosotros no queremos es que estas exigencias ambientales sean barreras no arancelarias disfrazadas. por eso queremos discutir, queremos, queremos avanzar hacia ese mundo más sostenible y donde nosotros decimos que la agricultura tiene un rol esencial para cumplir. Es el único sector con capacidad de secuestrar carbono. Entonces queremos racionalidad, sentido común y rescatar el valor de la producción y de los productores”, insistió.