El ingenio azucarero Ledesma, ubicado en Jujuy y el de mayor envergadura del país, es sin dudas una de las empresas más innovadoras de la Argentina. Ese mérito se lo ganó hace décadas, solo por el hecho de comenzar a elaborar papel a partir de la fibra de la caña de azúcar, que es algo que hacen muy pocos ingenios en todo el planeta, ya que la mayoría eligen utilizar el bagazo como combustible para sus calderas.
El director del negocio de papel en Ledesma, Marcos Uribelarrea, comentó a Bichos de Campo otra innovación que va en el sentido de aprovechar la caña y al mismo tiempo cuidar el medio ambiente, eliminado insumos de origen sintético. Ledesma lanzó al mercado un papel elaborado 100% con caña de azúcar. Es decir que ahora hasta prescinde de los químicos que tradicionalmente servían para blanquear el papel resma. Así, las nuevas hojas del Papel Nat terminan quedando con un color más amarronado. Quizás llame la atención, pero “es lo que reclama el mundo”, destacó Uribelarrea.
El ejecutivo remarcó que el compromiso con el cuidado del medio ambiente viene desde hace rato en este ingenio que cultiva más de 40 mil toneladas en los valles irrigados ubicados en los alrededores de LIbertador General San Martín, en Jujuy. “Ledesma en la década de los 70 donó un parque nacional, el Calilegua, porque sabemos que cuidando el medio ambiente y manteniendo la biodiversidad podremos seguir produciendo caña de azúcar en el tiempo”, afirmó Uribelarrea.
“Además estamos haciendo las tapas de nuestros cuadernos con bioplásticos, porque es lo que se viene en todo el mundo, reemplazar los plásticos producto del petroleo”, añadió.
Aquí la entrevista completa con Marcos Uribelarrea:
A un mes de lanzado el papel NAT, Ledesma ya está exportando resmas a Uruguay, Paraguay, Chile, España y esperan llegar a Estados Unidos y toda Europa.
En cuanto al negocio histórico del azúcar, el directivo de Ledesma comentó que se mantiene estable en el mundo, pero tienen al bioetanol como variable de ajuste. Hoy son uno de los principales jugadores de Argentina, donde se corta el 12% de las naftas con dicho biocombustible.