El sector algodonero argentino viene registrando un resurgimiento de la mano de avances tecnológicos que, una vez consolidados, podrían sumar varios cientos de millones de dólares adicionales a la cadena de valor del cultivo.
“Argentina es el primer país del mundo en desarrollar resistencia a imidazolinonas en algodón por medio de mutagénesis; ese logro se hizo en Chaco y hay que aplaudirlo”, destacó este jueves Pablo Vaquero, presidente de la empresa semillera Gensus, durante un evento realizado en la sede porteña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El cultivar Arandú INTA BGRR-IMI, desarrollado por el INTA Sáenz Peña, además de resistencia a la familia de herbicidas de las imidazolinonas, es tolerante a restricciones hídricas y cuenta con una destacada sanidad foliar.
“Arandú se está multiplicando en EE.UU. para que en 2026 puedan lanzarse las primeras 3000 a 4000 bolsas en la Argentina”, comentó Vaquero.
El líder de la empresa semillera chaqueña además destacó que a comienzos del presente mes la Secretaría de Agricultura autorizó una nueva variedad de algodón de Gensus que combina tolerancia a los herbicidas glifosato y glufosinato de amonio y resistencia a insectos lepidópteros.
Aprobaron un nuevo algodón transgénico que ofrece tolerancia a herbicidas y resistencia a plagas
“La imposibilidad de sembrar algodón por las derivas de 2,4-D es un hecho en muchas zonas. Por eso estamos trabajando con el INTA Castelar para desarrollar una variedad transgénica tolerante a ese herbicida; esa tecnología va a promover un aumento importante del área de algodón en el país”, adelantó.
La empresa además está empleando edición génica para poder obtener cultivares de algodón resistentes a herbicidas inhibidores de la protoporfirinógeno oxidasa (PPO). “Todas estas innovaciones no funcionan sin germoplasmas de elite”, recordó Vaquero.
En lo que respecta al reconocimiento de la propiedad intelectual, Vaquero dijo que “no estamos pensando en los costos de Brasil, que tiene unos 400 u$s/ha en inversión en semilla; estamos pensando en la realidad del productor argentino; Argentina es el país que produce fibra al menor costo por unidad y eso lo tenemos que mantener”.
Vaquero resaltó que en el próximo lustro, gracias al avance tecnológico y las mejoras de manejo, la cadena algodonera argentina puede más que duplicar su facturación, lo que promoverá el desarrollo de la economía del NEA, además de aportar más divisas a la economía.
El evento contó con la participación del gobernador de Chaco, Leandro Zdero, quien definió que “como hijo de productores entiendo perfectamente la importancia del algodón” y destacó la labor del INTA Sáenz Peña en el desarrollo de tecnología. También asistieron al evento el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, y el subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal de la Nación Manuel José Chiappe Berisso.
En tanto, en un panel coordinado por Hipólito Ruiz de Diario Norte y Agroperfiles, Pablo Yezdrich de LDC remarcó que la Argentina viene recuperando posiciones en el mercado internacional del algodón al poder ofrecer un volumen considerable de fibra de calidad media a mercados que requieren ese producto.
“Desde LDC estamos muy entusiasmados y estamos trabajando en logística porque creemos que hay un futuro para el algodón argentino. Al crecer la producción, con un horizonte de mayor productividad, podemos asegurar oferta exportable”, afirmó.
Por su parte, Mauricio Tcach, investigador del INTA Sáenz Peña, destacó que recientemente recibieron una visita de pares brasileños para ponerse al tanto del desarrollo de cultivares de algodón resistentes al picudo.
Mientras que en 2016/17 el área de algodón en la Argentina había caído a un mínimo de 253.300 hectáreas, luego fue creciendo hasta lograr 648.000 en 2023/24 y 690.000 en 2024/25. La producción estimada de esta campaña 2024/25 se ubica en 1,10 millones de toneladas.