La Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Rio Colorado (CORFO Rio Colorado) es la entidad autárquica que desde 1960 administra el sistema de riego más extenso de la provincia de Buenos Aires y acaso del país: unas 140 mil hectáreas canalizadas que se ubican a ambos márgenes del río Colorado, en los municipios de Villarino y Patagones. Allí se ha comenzado a configurar un escenario de alarma entre productores y vecinos: el agua no alcanza.
El ingeniero León Somenson es el administrador general de CORFO desde hace doce años (fue designado por Felipe Solá), y aunque esta crisis lo encontró cerca de la jubilación, le pone el pecho. En dialogo con Bichos de Campo admitió la gravedad de la situación que podría poner en jaque económico y social a toda una región de la provincia: la famosa patita del mapa, en la que se encadenan las localidades de Mayor Buratovich, Pedro Luro, Hilario Ascasubi y Villalonga, entre otros pueblos.
El diagnóstico es simple de entender. Por culpa del calentamiento global, en la zona cordillerana ya no nieva tanto como antes, y esto implica que haya caído a casi la mitad el cauce histórico de agua que se desplazaba hacia el mar por el Río Colorado. La única manera de hacer reserva de esa agua es el dique Casa de Piedra. Pero como la caja de ahorro de una familia que no tiene ingresos, ha ido consumiéndose el saldo.
“Hace unos diez años que venimos con crisis hídricas producto de las escasez de nieve en la cordillera. Pero este año se hizo más evidente y para la campaña de riego próxima (primavera y verano), la falta de agua se hará notar en la producción”, alertó Somenson, que ya este año debió disponer recortes tanto en la cantidad de agua disponible para alimentar la red de riesgo como un achicamiento de la temporada, que cerrará dos meses antes de lo habitual.
Aquí la entrevista completa con León Somenson:
La CORFO está por cumplir 60 años de existencia, pero este será el peor de sus aniversarios, ya que hay 1.350 productores regantes que han comenzado a reunirse en asambleas masivas y amenazan con cortar la Ruta Nacional 3 en cualquier momento. El sistema de riego más grande de la provincia fue creado en 1960, cuando el país se enfocó en desarrollar los valles irrigados para poder poblar la desértica Patagonia, apuntando a producir frutas y hortalizas de alta calidad. En Villarino y Patagones se especializaron en hortalizas. El 80% de la cebolla producida a nivel nacional proviene de allí.
En el resto de la patita sureña de la Provincia que no se riega, que son casi 400 hectáreas, se suele hacer una ganadería extensiva que muchas veces se hace cuesta arriba, porque la región no recibe nunca más de 400 milímetros anuales de lluvia.
Someson, que participó este lunes de una reunión técnica para tratar la crisis con el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, subrayó que el agua que circula por el Río Colorado ha descendido a la mitad de su valor histórico. Y explicó que la situación se agravó este año porque la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación pronosticó mal el escurrimiento y el río finalmente entregará un 30% menos de agua a los regantes de la que se había calculado inicialmente. “Sumando a que ya sabíamos que teníamos un 47% menos por bajo deshielo”, indicó.
Según el especialista, este año las producciones no se verán tan afectadas porque se están consumiendo las últimas reservas del Dique Casa de Piedra. Pero así y todo en la región dejarán de regar dos meses antes que lo habitual. Históricamente se paraba en mayo y ahora terminarán a fines de marzo.
“El tema será la campaña que viene (2020/21), que si no nieva mucho -poco probable por el cambio climático-, esperamos lo peor”, pronosticó Somenson.
Por otro lado, el administrador de CORFO indicó que vienen gestionando y reclamando ayuda financiera para que el valle no se siga deteriorando. Aunque la tasa de cobrabilidad del canon de riego han sido de las más altas del país, el dinero alcanza solo para el mantenimiento del sistema. Ahora, con la crisis en ciernes, se necesitan obras para acondicionar los canales y así podrían ser más eficientes en el uso de la poca agua disponible.
“Los canales aquí son de tierra, hay 5 mil kilómetros en esta condición. Sumado a los 3 mil kilómetros de desagües. En Mendoza están todos revestidos, pero acá no. Y para acondicionarlos hablamos de cifras millonarias”, indicó Somenson. Se estima que las pérdidas de agua en este sistema de conducción orillan el 50%.
Hasta ahora las autoridades políticas parecían ir contramano de esta visible necesidad. Con el nuevo gobernador Axel Kicillof se verá qué sucede. Y es que el aporte oficial del Estado provincial a CORFO ha ido cayendo con el correr de los años y los ajustes. La porción mayoritaria del dinero sale del bolsillo de los productores, que ahora amenazan con dejar de pagar si no pueden regar.
“Precisamos que la provincia acompañe con el presupuesto. CORFO tiene un presupuesto que se elabora en conjunto con el Ministerio de Economía de la Provincia y los productores. Antes la Provincia ponía más que los productores y últimamente ponía solo el 30% versus el 70% de los productores. Y el último año por la situación de déficit fiscal, la provincia aporto solo el 18%. Ahora están dando buenas señales, esperemos que no dejen caer esta zona productiva”, se esperanzó el veterano ingeniero.
El lunes, tras escuchar el estado de situación, el ministro Rodríguez decidió el armado de una Mesa Técnica para Abordar la Crisis Hídrica. “Hemos decidido trabajar en forma conjunta para buscar un mejor aprovechamiento del agua frente a la crisis actual. Si llega el agua hay producción y trabajo”, explicó el ministro en declaraciones públicas.