La producción de leche está viviendo una crisis profunda que deja sus víctimas: los tambos más chicos dejan de ser viables en el actual esquema comercial impuesto por las políticas y con los niveles de inflación tan elevados.
Marisa Boschetti lo sabe porque lo vive en carne propia, ya que maneja un tambo chico en la localidad cordobesa de Alicia. Además es la referente en el tema lechería en Federación Agraria.
“El Siglea informó un precio de 130 pesos (por litro de leche a salida de tambo) para octubre, pero nosotros cobramos 124/126 pesos por litros y no se cubre el costo. Hoy deberíamos estar en 180 pesos”, indicó.
La falta de valor suficiente de la materia prima es un problema que el sector tiene hace varios meses y por eso se acelera el cierre o achicamiento de los establecimientos productivos.
“Eso se refleja en la gran venta de vientres. Es lamentable lo que vemos, se cargan vientres al Mercado de Cañuelas y en los remates feria de los pueblos el 40/50% de la oferta son vientres en producción de los tambos. No se trata de limpieza de rodeos sino de achique y cierre de tambos”, enfatizó la productora.
Muchos tamberos están bajando los brazos porque saben que, aunque el nuevo gobierno de Javier Milei pueda ser más amigable con el sector, para que haya medidas que ayuden a recuperar la renta y que estas tengan a su efecto en la economía de sus empresas falta mucho, y tiempo es lo que ya no tienen.
“Somos conscientes que las medidas no van a llegar al día después. Creo que va a hacer falta predisposición de cualquiera que gane para encaminar al sector tambero, lo que más tenemos es incertidumbre”, indicó la productora.
Escuchá la entrevista completa:
A esto se agrega que la cosecha de maíz recién estará ingresando a mediados del año que viene y que las lluvias permitieron la recuperación del pasto en algunas regiones, pero otras sigue complicadas. En este caso habrá que seguir ajustando el cinturón para pasar el verano.
“Se avecinan momentos complicados como el verano porque las vacas entran en stress calórico con mala alimentación y en estado corporal con déficit de vitaminas y alimentos. Eso va a impactar aun mas, y si las medidas demoran 3 o 4 meses, el panorama es incierto”, describió Boschetti.
Con relación a las medidas que requiere el sector dijo que hay dos que son clave. “La primera es tener un precio justo que se equilibre con el costo. No hay otra para que el productor pueda seguir, no es fácil porque esto es económico, es dinero en el bolsillo del productor”, indicó.
La segunda medida tiene que ver con un acuerdo sectorial. Para Boschetti, “llegó el momento de poner sobre la mesa todos los números, las industrias deben hacerlo también sobre sus costos y cuánto les deja cada producto, y ver de qué manera podemos bajar al primer eslabón alguna rentabilidad, porque el productor sin precio ni cubrir sus costos no se salva”.
“De toda la pérdida del sector el 80/90% la absorbe el productor y el resto al industria. Queda claro quiénes son los grandes perdedores”, enfatizó.