El juez Fabián Lorenzini, quien lleva adelante el concurso preventivo de Vicentin SAIC en los últimos dos años, determinó que el próximo 25 de febrero a las 17:30 horas se realizará una nueva audiencia por la plataforma zoom para analizar la última propuesta presentada por el directorio de la compañía agroindustrial.
Se trata de un pago inicial de 30.000 dólares para todos y cada uno de los acreedores quirografarios (o la suma menor que corresponda) por pagar a los 10 días posteriores a la homologación de la propuesta, siempre y cuando tal evento sea acompañado por el levantamiento de todas las medidas cautelares que impidan la implementación de dicha homologación.
Para eso, las deudas concursales pesificadas –que en su mayor parte corresponden a productores y acopios– se convertirán a dólares con un tipo de cambio de 60,778 $/u$s, que corresponde al tipo de cambio presente al momento del inicio del concurso preventivo.
Una vez cubierto el universo de pequeños acreedores, el remanente de un fondo inicial de 170 millones de dólares se distribuirá de manera proporcional entre los acreedores mayores cinco días después del pago de los 30.000 dólares. Y un año después se habilitaría un fondo adicional de 127 millones de dólares para distribuir también de manera proporcional entre los acreedores.
Los saldos de la deuda quirografaria serán transferidos a un fideicomiso de administración, de manera tal que los créditos fideicomitidos serán cancelados íntegramente con la entrega de acciones ordinarias emitidas por la “nueva” Vicentin resultante del proceso. Los actuales socios de la concursada se comprometen a no disponer de más de 10% del capital social de la nueva empresa.
Posteriormente, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Molinos Agro y Viterra Argentina –quienes seguirán operando las plantas industriales de Vicentin SAIC en el marco de contratos a fazón– podrán adquirir tales acciones, en manos de los deudores del concurso, en un plazo total de doce años.
La posibilidad de lograr un acuerdo, antes de que el proceso ingrese en una quiebra, vence el próximo 31 de marzo y es muy poco probable que el mismo sea nuevamente extendido por Lorenzini.
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