Los precios de la hacienda han aumentado en términos reales un promedio de 250% en forma interanual, obviamente con variaciones según las categorías. Esa tendencia se sostendría el año que viene, en parte porque habrá un faltante marcado de ganado.
Este año que termina se sacrificaron muchas vacas que no estarán disponibles para atender a la demanda de China. Por el contrario, para 2024 se espera retención y reposición de vientres, y entonces esa categoría sufriría un recorte importante en la oferta.
Además faltarán terneros y eso significa menos oferta de novillos para la exportación, y de novillitos y vaquillonas para el consumo interno.
El consultor Ignacio Iriarte en su reciente Informe Ganadero se preguntó: “¿Y de acá en más qué viene?“.
El especialista dijo que espera “una oferta ganadera declinante, vaciado de los feedlot, retención estacional, empoderamiento de la exportación, un mercado muy tenso”.
Pero no todos se verán igual de afectados: en este contexto, la industria frigorífica deberá pagar más por la hacienda. Si los exportadores logran vender con mejores condiciones de competitividad no tendrían problema. Hay que ver cómo afronta el consumo interno el ajuste de precios relativos que supuestamente haría el nuevo gobierno.
Entonces Iriarte cree que el gran ganador en la cadena sería el criador, su primer eslabón. Espera una “fuerte transferencia de toda la cadena de la carne al sector criador”.
“La menor oferta de ganado se afirmará cuando entre en escena -otoño 2024- la menor parición del 2023. Si el clima acompaña, el panorama para la ganadería luce promisorio”, explicó.
En cuanto al consumo interno, el veterano analista destacó su fortaleza a pesar de la crisis. Dijo que para la demanda doméstica la carne no es sólo un alimento sino también “sociabilidad y placer”, y que la imposibilidad de acceder a otros consumos -sobre todo para sectores medios y altos como por caso la renovación de automóviles, salidas o vacaciones-, hará que se deriven ingresos al consumo de este producto, lo que explica el salto de precios de 170% interanual en las carnicerías.