Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) determino que en 2020 la Argentina embarcó granos por más de 56,5 millones de toneladas, un 6% por detrás del récord del 2019 pero el segundo mayor volumen de la historia. Esto, quede claro, sin contar con las exportaciones de subproductos de la molienda de esos granos, en especial el aceite y la harina de soja.
Esas 56,5 millones de toneladas suponen un ritmo de embarque de unas 150 mil toneladas de granos sin procesar por día. O de unas 6.500 toneladas por hora. Esas cargas salieron en buques graneleros, pero si uno hiciera el equivalente en camiones, concluiría que la Argentina exportó a razón de 215 equipos de 30 toneladas por hora.
“El maíz fue el producto estrella del desempeño exportador, representando cerca del 64% del total, en tanto que resulta destacable el aumento del 43% en los despachos de sorgo”, destacó el trabajo estadístico de la BCR, que presenta las siguientes cifras:
El volumen de granos despachados al exterior tuvo un retroceso general del 6% respecto del 2019, en línea con la retracción de la producción a consecuencia del clima seco y caluroso de febrero y marzo del 2020. De todos modos, las 56,5 millones de toneladas mencionadas son un gran desempeño, y se ubican un 23% por encima del tonelaje promedio exportado los últimos 5 años.
- El maíz fue el producto estrella entre los granos que exporta argentina, con 36 millones de toneladas embarcadas. Representó nada menos que el 64% de los despachos totales. Es el volumen más alto en la historia, un 3% por encima del año anterior. Hace apenas 5 años, las exportaciones eran de 15 millones de toneladas, menos de la mitad de lo que se exportó el 2020. “A precios de hoy, ello representa un aporte adicional en divisas superior a los 5.000 millones de dólares”, destacaron los analistas de la BCR, temerosos de nuevas intervenciones al mercado.
- El poroto de soja fue, por el contrario, el grano cuyos embarques más cayeron en el 2020, lo que es curioso porque recién el 1° de enero se restableció el diferencial de retenciones que reclamaba la industria aceitera para incentivar la molienda local. Con exportaciones por 6,6 millones de toneladas, la caída interanual del grano sin procesar alcanzó el 30%, y se ubica incluso un 18% por detrás del promedio del último lustro.
- Cebada y trigo, principales cultivos de la cosecha fina, también vieron caer sus embarques debido, principalmente, a la caída de la producción. En el caso de la cebada, con 2,6 millones de toneladas despachadas, se tiene el volumen más bajo desde el 2017. En el caso del trigo, las 10,25 millones de toneladas embarcadas representan el menor volumen desde el 2016.
- Esto contrasta con el resultado destacable del 43% en los despachos de sorgo, con envíos pro más de 620 mil toneladas. Otro caso exitoso fue el de las semillas de girasol, cuyas exportaciones crecieron el año pasado un 61%, hasta redondear unas 140 mil toneladas.