Ucrania podría cosechar solo el 70% del trigo que ha sembrado esta campaña como consecuencia de la invasión rusa a ese país, lo cual rebajó también las proyecciones de producción del cereal y pone mayor presión sobre su precio a nivel internacional.
Rusia y Ucrania suman en conjunto casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo, por lo cual desde que se inició la invasión, el valor del grano se disparó fuerte hasta superar los 500 dólares la tonelada, para luego retroceder para sostenerse por encima de los 400 dólares.
En este marco, la consultora ucraniana APK-Inform señaló que teniendo en cuenta el mapa actual de actividad militar tras la invasión rusa, “de los 7,6 millones de hectáreas sembradas con trigo de invierno, centeno y con cebada, solo podrían estar disponibles para la cosecha 5,5 millones de hectáreas, lo que representaría una pérdida del 27,63%”.
En el Hemisferio Norte acaba de comenzar la primavera. El trigo es un cultivo que se siembra usualmente en invierno y se cosecha con la llegada del verano. Es decir que queda algo de tiempo, poco pero algo, para que se defina cuál será el volumen final de la próxima cosecha ucraniana.
Todo dependerá de cómo evolucione el conflicto. Por eso, la consultora SovEcon fue más conservadora y redujo solo de 28,30 a 26 millones de toneladas su proyección sobre la cosecha de trigo de Ucrania en 2022, un volumen inferior a los 32,10 millones de 2021.
La firma indicó que esta estimación se realizó bajo el supuesto de que los agricultores de Ucrania puedan retomar los trabajos agrícolas gracias a un cese de las hostilidades en el corto plazo, con lo cual, no tuvo en cuenta que quizás la superficie cosechada sea 30% menor a la esperada y ésas cifras vuelvan a reducirse.